El Consejo de Defensa del Estado (CDE) presentó una querella contra cuatro funcionarios del Ejército por la muerte del conscripto Franco Vargas, quien falleció el 27 de abril de 2024 durante una marcha de instrucción en la región de Arica y Parinacota.

Aquella marcha además de provocar el deceso de Vargas, generó otras afectaciones en los conscriptos de la Brigada Motorizada N°24 Huamachuco de Putre.

La Tercera reveló que la querella apunta contra el comandante Claudio Guajardo, el teniente Bjorn Wohllk, el capitán Michael Fritz y el enfermero militar Manuel Zambrano.

Guajardo fue denunciado por apremios ilegítimos y el delito de falsificación de instrumento público, mientras que los otros funcionarios fueron acusados de cometer distintas responsabilidades en la muerte de Vargas y las lesiones a otros.

El 27 de abril de 2024, los conscriptos se trasladaron desde Pacollo a Putre en una orden realizada por Guajardo. El cabo Jorge Alvear insistió a Zambrano que Vargas no se encontraba apto para la marcha tras presentar malestares por condiciones insalubres, pero el enfermero lo desestimó.

Según detalla la querella, el mismo Vargas habría dicho a Fritz que no se encontraba apto. A los 250 metros de la caminata, el conscripto se desmayó por primera vez, luego tuvo otra caída y el capitán le habría dicho que "parara su show".

Trece minutos después, Fritz solicitó la evacuación de Vargas, pero el enfermero llegó después en una camioneta militar sin los implementos necesarios. Finalmente, Vargas murió por una miocarditis viral.

Anteriormente, el 19 de abril, la querella dice que Wohllk, a cargo de un pelotón, realizó un “castigo” contra tres conscriptos, a quienes obligó a “trasladarse en punta y codo por el suelo de tierra por un extenso trayecto. Ello provocó que, por dicho castigo, tres soldados conscriptos, tuvieran una descompensación, desmayándose y provocando una crisis de pánico respecto del primero”.

El 22 de abril fue cuando los conscriptos fueron trasladados al cuartel de Pacollo, lugar con condiciones insalubres y fecas de roedores en la cocina. Guajardo como calidad de comandante del batallón, debía haber verificado las condiciones del lugar.

Wohllk fue acusado de trato “degradante” y según la querella, habría visto bandejas con manchas de agua o grasa y las pasó por tierra, obligando a comer a algunos soldados en dichos utensilios.

En el cuartel de Pacollo, Vargas y otros conscriptos presentaron problemas de salud y psicológicos, pero fueron obligados a seguir con ejercicios militares

Por su parte, el enfermero Zambrano “desatendió” a Vargas y a otro conscripto, quienes se encontraban en un estado de salud “muy deteriorado”. El Cabo Jorge Alvear había dicho a Zambrano que Vargas no estaba en condiciones, pero el enfermero “insistió” que sí.