La Contraloría se pronunció proponiendo aplicar el retiro del actual comandante de Operaciones Terrestres, y cuarta autoridad del Ejército, general Patricio Guarda Barros, luego de una auditoría a la Dirección General de Movilización Nacional, informó El Mercurio.
El proceso se inició en octubre de 2016 y el documento emitido en diciembre, firmado por el contralor Jorge Bermúdez, sostiene que Guarda infringió "gravemente el principio de probidad administrativa".
Ello, por autorizar una transferencia "improcedente" de fondos desde la cuenta destinada a la administración de fondos públicos, aprobados por la Ley de Presupuesto del sector público, hacia una cuenta "aperturada para el manejo de fondos internos".
Según la Contraloría se autorizó el empleo de recursos de la institución "para la realización, en provecho propio o de terceros y para fines distintos a los jurídicamente procedentes", según señala Emol.
Entre ellos, se mencionan eventos como Champagne de ascenso o despedida o un almuerzo de despedida.
El hecho ocurrió durante los años 2014 y 2015, cuando el general Guarda era director de la DGMN.
Según la publicación, el militar en sus descargos reconoció haber autorizado el traspaso de recursos, pero que su actuación no fue dolosa, pues tras asesorarse por personas entendidas en materias financieras "se trataba de un procedimiento que se realizaba regularmente y tendría un objeto lícito, dado que el referido egreso se habría destinado a pagar los gastos de alimentación del personal que se encontraban devengados a la fecha".
El proceso se inició en octubre de 2016 y el documento emitido en diciembre, firmado por el contralor Jorge Bermúdez, sostiene que Guarda infringió "gravemente el principio de probidad administrativa".
Ello, por autorizar una transferencia "improcedente" de fondos desde la cuenta destinada a la administración de fondos públicos, aprobados por la Ley de Presupuesto del sector público, hacia una cuenta "aperturada para el manejo de fondos internos".
Según la Contraloría se autorizó el empleo de recursos de la institución "para la realización, en provecho propio o de terceros y para fines distintos a los jurídicamente procedentes", según señala Emol.
Entre ellos, se mencionan eventos como Champagne de ascenso o despedida o un almuerzo de despedida.
El hecho ocurrió durante los años 2014 y 2015, cuando el general Guarda era director de la DGMN.
Según la publicación, el militar en sus descargos reconoció haber autorizado el traspaso de recursos, pero que su actuación no fue dolosa, pues tras asesorarse por personas entendidas en materias financieras "se trataba de un procedimiento que se realizaba regularmente y tendría un objeto lícito, dado que el referido egreso se habría destinado a pagar los gastos de alimentación del personal que se encontraban devengados a la fecha".