El abad benedictino, Benito Rodríguez, del Monasterio Benedictino, abordó en la homilía la crisis que vive la Iglesia Católica por los casos de abusos sexuales que se han conocido en los últimos 10 años.

“Hoy nos toca presidir esta solemne celebración del Te Deum en un momento muy particular, porque estamos pasando por tiempos recios, como decía santa Teresa”, dijo el religioso.

“Nuestra Iglesia de Chile vive un tiempo de purificación quizás como nunca antes en su historia. Creemos que hablar desde esta precariedad, sin pretender negarla o esconderla es también nuestro aporte al hoy de nuestra historia”, añadió.

“(…) Intentando acoger con humildad y con generosidad nuestros errores, sin pretender privilegios o algún trato especial, y sin renunciar al desafío y la responsabilidad de una profunda conversión en espíritu y en verdad, para ser mejores testigos de ese evangelio que hemos recibido y que llevamos en vasijas de barro”, agregó.

Sin embargo, la instancia se desarrolló en un escenario complejo para la Iglesia Católica, a raíz de los cuestionamientos por los casos de abusos sexuales y encubrimientos que hoy están siendo investigados por la Fiscalía ordinaria.

En ese contexto, es que el Arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, no presidió la liturgia tras las presiones públicas luego de ser citado a declarar por el presunto delito de encubrimiento de abusos sexuales, por lo que la misa la ofició Monseñor Juan de la Cruz Suárez.

Además, sólo han transcurrrido tres días desde que el Papa Francisco determinó destituir del estado sacerdotal a Cristián Precht por nuevas denuncias en su contra en el marco de la investigación del llamado caso Maristas.

Es la primera vez que un Te Deum ecúmenico no es presidido y dirigido por un Cardenal Arzobispo de Santiago. Ricardo Ezzati decidió apartarse de esta importante actividad religiosa por las acusaciones en su contra.