En sociedades democráticas las elecciones con sus programas y debates entre candidatos permiten construir acuerdos para buscar soluciones mayoritarias; pero en sociedades polarizadas y divididas es difícil construir esos entendimientos porque no se coinciden en los diagnósticos ni en la data sobre el tema.
En el ámbito de la economía y en los problemas de productividad y desempleo como país tenemos un problema, pero no hay lecturas comunes y la data es mal utilizada vía innumerables cherry picking que impiden compartir una línea de base sobre el problema.
Para algunos el país se cae a pedazos, impera la mediocridad; pero el crecimiento de la economía oscila entre 2,5% a 3% en los IMACEC sea mensuales, trimestrales de este 2025 y 2024, pero cuando se observa la creación de empleos en los últimos 12 meses (tomando en cuenta creación en unos sectores y destrucción en otros) tenemos una creación de empleos de solo 0,8% en 12 meses (78.000 nuevos empleos); pero el desempleo en las mujeres llega a su máximo peak de 9,7% (según INE la fuerza laboral femenina creció un 1,3%, mientras que la ocupación femenina solo aumentó un 0,6%).
El dinamismo de creación de empleos es insuficiente ante una mayor fuerza laboral y la economía no está creando con fuerza nuevos empleos formales.
Lo sensato debería ser que en los debates presidenciales y programáticos el tema del crecimiento con foco en creación de empleos debiera convertirse en algo prioritario
Hay un desfase que debe resolverse, no por la vía de seleccionar datos como presentar la creación de empleos de los últimos 24 meses y no presentar la destrucción de empleos, lo relevante es comparar la población ocupada -mayo-junio-julio 2024 con la población ocupada del mismo trimestre 2025 y eso revela la debilidad en la creación de empleos.
Si es ese el problema entonces el próximo gobierno debe asumir el desafío de crear empleos generando una Agenda Transversal pro empleo que incorpore aquellas medidas pro empleo que crucen las distintas ofertas presidenciales.
Pero lo relevante es volver a crecer con más potencia, con nuevos motores productivos, con más inversión en innovación productiva y ciencia aplicada que mejore la calidad de lo que producimos y exportamos, para lo cual se requiere una mayor asociación público-privado.
Es clave en este proceso la inversión en Innovación productiva y una mayor diálogo creativo entre industria y Universidades/CFTs; por eso preocupa que no se esté utilizando adecuadamente los recursos del royalty minero destinado al Fondo de Productividad y Desarrollo que manejan los Gobiernos Regionales y la pobrísima ejecución que muestra el Ministerio de Ciencias, Tecnología e Innovación al mes de julio donde solo se han ejecutado el 46% de las transferencias corrientes y el 0% de las transferencias de capital a las Universidades.
Es muy preocupante que al mes de julio en este Ministerio de Ciencias, Tecnología e Innovación -pareciera mucho título para tan baja ejecución- el programa de Capacidades Tecnológicas que son transferencias a las Universidades públicas y privadas para fomentar vínculo con Industria por ej, sólo se ha ejecutado el 31% de los $60.000 millones asignados y en el caso del programa iniciativa Milenio solo se ha ejecutado 31% de los $24.000 millones que revela un tremendo retraso en la ejecución de los programas de innovación que son claves para el desarrollo productivo del país.
Para crear empleos se debe partir por desarrollar innovaciones productivas que nos permitan generar valor agregado vía estas inversiones y lamentablemente el país no lo está haciendo y el Ministerio a cargo de esta tarea NO está haciendo su pega.
No se puede aumentar los empleos sin estas mejoras en productividad e innovación. Es un error fijar metas de aumentos del salario mínimo sin mejoras en productividad y ahí hay que colocar el foco en los próximos años como aumentar la capacidad exportadora, impulsar actividades no mineras en las regiones y avanzar en innovación productiva que sigue siendo nuestro talón de Aquiles ya que lo poco que invertimos en I+D -0,4% del PIB- lo ejecutamos tardíamente y mal.
Aquí está el desafío del país para los próximos años, ojalá tengamos esa agenda común pro-empleo.
Editorial Cambio21. Alto desempleo en mujeres: Un problema mayor que tenemos como país


