Se acerca el segundo aniversario del Gobierno de Gabriel Boric y esté, ha llamado a su Consejo de Ministros a que “los dos años que restan no son para hacer promesas, es para cumplirlas”; este llamado lo hizo la misma mañana en que Ministro de Educación en sesión de Comisión del Educación del Senado reconocía que 11 colegios de SLEPS Atacama y Huasco no reiniciarían sus clases este martes 5 de marzo porque no habían concluido las reparaciones a la infraestructura escolar comprometidas el año pasado.
Esto resume estos 2 años de gobierno: mucho discurso, mucho anuncio y muy pocos resultados concretos que mejoren la vida de las personas. Esta coalición gubernamental ha mostrado una fuerte incapacidad en cumplir sus promesas de cambios y de mejor calidad de vida que planteó al país en 2021 durante su campaña presidencial.
Es entendible que avance poco en su agenda legislativa ya que es minoría en el Senado, progresivamente también está quedando en minoría en la Cámara de Diputados y es esperable que siendo minoría en el Parlamento no tenga la capacidad de impulsar transformaciones legales; por tanto, se esperaba mayor foco en la gestión, en la capacidad de ejecutar adecuadamente las políticas públicas y el presupuesto anual; pero ahí es donde se ven las mayores falencias.
Se vive una trágica situación de inseguridad en los barrios frente a la delincuencia y el crimen organizado, la mayoría de las familias incluso han cambiado sus hábitos encerrándose en sus casas al oscurecer, no comparten en los espacios públicos -las plazas están vacías-, las calles han terminado siendo dominadas por los grupos delincuenciales.
El reforzamiento de las policías, un mayor equipamiento y más dotaciones vehiculares en las comunas más inseguras ha sido un tema que ha andado a tropezones. Hay serias dudas sobre la eficacia y eficiencia del Plan Calles sin violencia en diversas comunas, ya sea por sus retrasos como por la incapacidad de reforzar la presencia policial en las zonas de mayor actividad delictual. Para la mayoría ciudadana la inseguridad, la delincuencia sigue siendo el principal problema-país que no se soluciona ya por largos años.
Durante 2023 se llamó la atención sobre la crisis educativa: menor presencia de alumnos en los colegios, pérdida de aprendizajes, mucho más violencia escolar como bullyng, acosos y en el caso de Atacama colegios en mal estado, en condiciones indignas para recibir a alumnos que generó una paralización de actividades por casi 3 meses y el compromiso del MINEDUC de que al inicio del año escolar estaría todo solucionado. Hoy ya sabemos que 11 colegios no podrán reiniciar las clases, porque las reparaciones no han concluido; en el Instituto Nacional seguirán con clases híbridas (clases presenciales día por medio) porque no se terminan reparaciones y así otros casos.
La economía y los empleos necesitan reactivarse y que IMACEC de enero se consolide como tendencia ya que en 2023 persista la debilidad en crear empleos, aún hay mucha informalidad laboral, la inversión pública no se ejecuta ya que solo 82% del presupuesto 2023 de inversión se ejecutó y la economía en 2023 se estancó con un Imacec de 0%.
Las pensiones siguen siendo miserables ($311.000 pensión promedio de mujeres en segundo semestre 2023), inseguridad extendida en las distintas capas sociales y en regiones; año escolar que se reinicia con problemas, la reconstrucción para las familias damnificadas por los incendios forestales empieza a caminar más lento y resurgen críticas de familias afectadas, entre otras materias sociales preocupantes lo que explica -según Pulso Ciudadano- una alta desaprobación del 62% a la gestión Boric y un bajo respaldo del 25%.
Al analizar los datos, nos encontramos que los mayores apoyos al gobierno se encuentran en los sectores de altos ingresos -C1- y los menores de 30 años y la mayor desaprobación ciudadana a la gestión la encontramos en las familias más vulnerables y clases medias y los mayores de 50 años. O sea es un gobierno de nichos (jóvenes y gente de altos ingresos) y donde las mayorías que son las clases medias y el mundo popular se siente decepcionado y frustrado ante la mala gestión gubernamental.
En ese escenario social es razonable que gobierno busque construir puentes y acuerdos en el espacio legislativo, lo que no es bien visto por sus propios partidos y sus parlamentarios que han cuestionado está lógica y la han criticado públicamente; pero se ve muy difícil este segundo tiempo por las debilidades de gestión que presentan la acción de los ministerios, el escaso apoyo político en su coalición para este segundo tiempo y el escenario electoral 2024-2025 donde los actores prefieren perfilar su identidad y no buscar acuerdos en beneficio de las mayorías.
Este segundo tiempo para la administración Boric será muy dificil porque el escenario político y social se ve muy complejo.