El discurso presidencial de la Cuenta Pública volvió a plantear las aspiraciones programáticas a cumplirse al final del período gubernamental -como si tuvieran mayorías parlamentarias-, entrego pocos resultados y permitió -al parecer subir la aprobación presidencial en algunas encuestas-; pero al pasar los días vuelve la realidad y nuevamente empiezan a notarse los problemas de gestión e inoperancia del gobierno en mejorar la vida de las familias chilenas.
Es claro que el repunte del virus respiratorio en niñas y niños menores de 4 años reveló la lentitud de reacción de la autoridad sanitaria, atrasos en la implementación de la campaña de invierno que incluso permitió al ex Presidente Piñera ofrecer el apoyo de su equipo de salud que enfrentó la pandemia. Según los especialistas el rebrote del virus es “extremadamente grave” y se requiere mayor velocidad en la reconversión de camas, en que la autoridad sanitaria tenga capacidad de gestión sobre el conjunto de la red pública y privada de salud como ocurrió en la lucha contra Covid.
La muerte de un bebé en San Antonio que no tenía camas para su derivación en regiones cercanas develó que no se habían realizado las gestiones para acceder a camas en el sector privado, incluso en Clínicas donde habían cupos. Esa negligencia en gestionar cupos en el sector privado es la muestra más clara de que las autoridades actuales son incapaces de administrar una red asistencial con eficiencia para salvar vidas, en este caso de lactantes.
Esa incapacidad se observa también para enfrentar la crisis educacional que se está viviendo post pandemia y que se expresa en mayor ausentismo escolar, menores aprendizajes, mayor violencia escolar -en especial en Liceos Públicos emblemáticos-, problemas de salud mental, además, con serios problemas de gestión en la educación pública como en los SLEPs de Atacama y los colegios municipales en la isla de Chiloé.
El terremoto educacional se ha extendido por la lenta reacción del MINEDUC, por ejemplo para enfrentar el alto ausentismo escolar en los colegios públicos donde se tienen porcentajes de asistencia inferiores a 2018; sin claridad sobre la fecha en que se publicaran los resultados del SIMCE 2022 realizado en noviembre pasado, lo que permitiría conocer los déficits y debilidades en materia de aprendizaje que tienen los distintos colegios y desde esa realidad diseñar planes de reactivación educativa pertinentes a cada comunidad escolar.
Lamentablemente el Presidente de la República optó por no escuchar estas críticas que surgen de la realidad e instaló en la Cuenta Pública la idea de que este cuestionamiento o crítica educativa es producto de la orientación sexual del Ministro y sería expresión de una homofobia.
“No hay peor ciego que el que no quiere ver” señala un refrán chileno muy pertinente a esta situación, porque el terremoto educacional sigue, los perjudicados serán las familias y niños/as que no están accediendo a un servicio educacional digno y la sociedad que verá que las desigualdades se amplifican en el futuro.
En el sector de energías renovables se informó que la Unión Europea está presionando por una solución a las empresas del sector -y que en el caso de las empresas europeas de energías limpias que han invertido cerca de 5.000 millones euros están actualmente en riesgo de quiebra. Esta semana visita al país la poderosa presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen quién se reunirá con presidente Boric y le expresará la preocupación por la falta de soluciones a esta crisis.
Las soluciones planteadas por ministro Pardow como la devolución a los ingresos tarifarios son considerados altamente insuficientes por las empresas de energías renovables, lo que tiene al sector en un fuerte estrés producto de estas posibles quiebras. Sería difícil de explicar que este gobierno generara un ambiente regulatorio en que se multiplican las quiebras de empresas de energías limpias.
Además, en sector energía eléctrica en octubre próximo vendrá una fuerte alza tarifaria producto de la implementación de la ley 21.472 / PEC2 donde se contemplan alzas de un 5% para consumos menores a 350 kWh; 16% para consumos entre 350 kWh y 500 kWh; y 23% para consumos superiores a los 500 kWh.
Adicionalmente la eliminación del recargo de la tarifa de invierno presentada inicialmente como una ayuda a las familias vulnerables ha quedado claro que se benefician de esta eliminación cerca del 8% de los clientes regulados y corresponde a un mix de hogares de altos ingresos de comunas ricas con hogares de clases media y sectores vulnerables que tendrá como efecto una alza tarifaria adicional del 0,5% al 1%, hoy sus promotores lo presentan como “un subsidio a la adopción de tecnologías limpias”; pero lo que queda claro es que se vendrá un alza tarifaria importante en sector eléctrico que afectará transversalmente a las familias chilenas y que Ministerio de Energía NO pudo mitigar.
Los gobiernos no pueden ser solo declaraciones y largos discursos, se requiere gestión, acción en favor de las familias vulnerables y así mejorar la vida de la mayoría de las familias. En estos 15 meses han sido bastante poco los avances en ese desafío.