Oh I'm just counting

Editorial Cambio21: Las familias vulnerables y las pequeñas empresas requieren apoyos urgentes

Diversos estudios universitarios están mostrando que los más afectados por la crisis social y económica que generó el covid19 son las familias de ingresos medios y los sectores vulnerables. Según un estudio UC 52% de los hogares han perdido ingresos y un tercio de ellos indica que ha “perdido todo o casi todos sus ingresos” y se ha acrecentado el temor a perder el empleo o a no tener como pagar una cuenta médica, revelador de los miedos y angustias que se han acrecentado en estos meses de pandemia en estas familias.

Este escenario de crisis no lo revierte el mini boom transitorio que genera la inyección al consumo que significó el retiro del 10% de los ahorros previsionales ni el aceleramiento de medidas de desconfinamiento en algunas comunas de la Región Metropolitana, porque subsiste el temor a una segunda ola de contagios covid19 ya que los casos activos siguen alto y no hay un sistema de trazabilidad que permita pesquisarlos.

Los datos de empleo de la encuesta UC de agosto revelan que hay 2,1 millones de empleos menos entre agosto 2019 y 2020, que las posibilidades de ocuparse han disminuido en el 40% más vulnerable que tiene una tasa de empleo sólo del 34% -menor vis a vis la del quintil más rico que alcanza a 57,2%-.

Las familias del 40% más vulnerable requiere más apoyo social, por eso resulta indispensable que se empiece a evaluar el costo y financiamiento fiscal de ampliar el Ingreso Familiar de Emergencia desde septiembre a diciembre manteniendo los actuales niveles de la prestación y no se disminuya al 80% como pretende el Gobierno; también debe incrementarse el ingreso mínimo elevando el techo del subsidio salarial a $415.000 que creó la ley 21.218 y resolver las barreras administrativas que impiden acceder a esos miles de trabajadores a ese nuevo subsidio salarial.

En el debate legislativo el Ministerio de Desarrollo Social informó que habrían 700.000 trabajadores perceptores del ingreso mínimo que se beneficiarían del subsidio fiscal de la ley 21.218, pero lamentablemente sólo se han beneficiado 259.000 trabajadores. Por responsabilidad política el Ministerio de Desarrollo Social debiera informar a la opinión pública y al Congreso que cuestión administrativa del proceso está impidiendo que los trabajadores del mínimo accedan a este beneficio salarial.

Otro mundo afectado por la pandemia son las pequeñas empresas, en especial las del sector turismo, cultura y comercio local ya que no accedieron al FOGAPE o si accedieron sólo obtuvieron un crédito equivalente al un mes de sus ventas mensuales previas.

Es urgente que los órganos de fomento productivo apoyen a estos sectores del mundo de las pequeñas empresas, resulta inexplicable políticamente que "el ministerio de las PYMES" como es el de Economía sólo haya ejecutado al mes de julio un 45,8% de su presupuesto anual –cuando el promedio de ejecución de la totalidad del presupuesto fiscal alcanza a 56,9%- lo que refleja esa ausencia del gobierno en apoyar a los sectores económicos casi paralizados por la pandemia.

Es incomprensible que el presupuesto de Turismo 2020 se haya recortado en 44% cuando es un sector económico paralizado por la pandemia. Turismo tenía un presupuesto inicial de $35.413 millones pero que fue recortado y cayó a $20.177 millones, recorte al presupuesto fiscal que ocurre cuando el Turismo está teniendo la peor crisis de su historia.

Hubiera sido más razonable que se implementarán reasignaciones para apoyar a las PYMES turísticas en crisis, especialmente de los territorios donde la demanda turística cayó como en Puerto Natales, San Pedro de Atacama, Valle de Elqui, Atacama. El turismo en la última década creció aportando con llegada de turistas entre cinco a seis millones por año, lo que generó un dinamismo que aportaba app un 9% del PIB sumando hotelería, gastronomía.

El recorte del 44% del presupuesto fiscal en turismo refleja ese abandono y desidia gubernamental.

En Cultura se recortó el presupuesto en 8% y el Ministerio del sector abandonó a los miles de emprendimientos que animaban la vida cultural del país y que podían haber realizado un notable aporte en la pandemia para enfrentar la complejidad del confinamiento.

En Presupuesto 2021 debiera haber apoyos fiscales para que se reactive Turismo y la Cultura.