Oh I'm just counting

Editorial Cambio21: Habló la ciudadanía a favor del Apruebo y la Convención Constitucional

Más de 7,5 millones de chilenas/os participaron en el Plebiscito Constitucional marcando un hito en la historia democrática del país.
La ciudadanía en las urnas decidió masivamente que quiere una nueva Constitución (78,2% por el Apruebo) y que ella sea escrita por una Convención Constitucional paritaria (79% apoyo esta modalidad).
Fue la ciudadanía -no la élite ni los mismos de siempre- los que decidieron este itinerario lo que permite iniciar este cambio constitucional con amplia legitimidad democrática.
La ciudadanía dio un nuevo ejemplo de civismo democrático ahora incluso derrotando los miedos a la pandemia, respetando las medidas de seguridad sanitaria, esperando en largas filas su momento para votar revelando su vocación democrática y su opción por los métodos institucionales como vía de cambio político y social.

En relación a las elecciones presidenciales el 2017 vimos un aumento de la participación electoral en ocho regiones del país, con especial incidencia en la Región Metropolitana que votó un 56,6% del padrón y una disminución significativa en cinco regiones del sur –especialmente en Maule y Araucanía donde el 2017 la derecha ganó elecciones senatoriales y ahora triunfó el Apruebo-.
En la Región Metropolitana aumentó la participación electoral en comunas populares como La Pintana, La Granja, Cerro Navia, Lo Espejo, también en comunas de ingresos medios como Puente Alto, Maipú, Peñalolén, Quilicura mostrando un renovado interés de estos sectores sociales en la vida democrática.

Las comunas de altos ingresos como Vitacura, Las Condes y lo Barnechea tuvieron una leve merma de su participación electoral, aunque fueron las únicas comunas que venció el Rechazo. Esta opción sufrió una estrepitosa derrota política ya que sólo logró un 21,7% de los votos, fracaso absoluto del nuevo Gabinete (ministros Pérez, Bellolio, Allamand) que se jugaron públicamente por promover esta opción junto a la UDI, Libertad y Desarrollo y el gran empresariado.

Los más de 7,5 millones de chilenas/os que fueron a votar piden ser escuchados, reclaman espacios de participación reales en este debate constitucional, la masiva participación de las mujeres y los jóvenes son un reclamo de renovación de los liderazgos políticos. Voz de las urnas que debiera ser escuchada por los actores políticos ya que la elección de abril 2021 será sobre personas que postularán a las elecciones municipales, regionales y de convencionales.

A partir de hoy se puede afirmar –sin dudas- que la sociedad chilena reclama cambios estructurales que ponen fin a la Constitución pinochetista de los 80’, que permitan disminuir las desigualdades, acceso a derechos básicos que mejoren su calidad de vida, terminar con los abusos empresariales y de las autoridades, mayor transparencia y rendiciones de cuenta de las autoridades electas democráticamente, instituciones militares y policiales controladas políticamente.
Estas reformas que fueron sistemáticamente bloqueadas en la última década por una derecha –que difundió el inaudito slogan de “rechazar para reformar”- hoy queda en una incómoda posición en el escenario político ya que el Gobierno sigue con un apoyo del 15% y su opción del Rechazo sólo alcanzó el 21,7% y queda en una expresa posición minoritaria ya que rechazó peticiones que demanda casi un 80% de la población.

Este resultado impone un gran desafío a la centro-izquierda que este sentimiento social a favor de las reformas y los cambios requiere unidad política y social de la oposición –que muchas veces ha optado por la división, por perfilarse individualmente y no tuvo entre sus prioridades la coordinación política-. En abril se requiere listas unitarias para las municipales, regionales y convencionales para representar este 78% que aprobó el inicio del proceso constitucional y es hora que ese mundo político esté a la altura de la lección democrática que dio la ciudadanía con su mayoritario respaldo al Apruebo y a la Convención Constitucional.

También se requiere legislar a la brevedad sobre la participación de los independientes y los escaños reservados para los representantes de los pueblos originarios y es una reforma que debe realizarse en el corto plazo.

Habló la ciudadanía y es ahora tarea del mundo político y legislativo seguir avanzando hacia ese Chile distinto y plural.