Vivir esta situación en la etapa pre escolar es uno de los momentosmás estresante, tanto para los padres y los menores que iniciansu vida teniendo que adaptarse a nuevos requerimientos fuera delhogar. Miles de familias lo viven a contar de marzo, cuando sus niñosingresan por primera vez a un establecimiento educacional
El tema ineludible en esta época es el problema del desapego de los niños cuando entran por primera vez al colegio
Por María Cristina Prudant
El primer día de colegio en la vida de un niño es un momento difícil para las familias, pero más complejo aún es para el adulto que para el menor, por cuanto, para los padres resulta intimidante entregar el cuidado de sus hijos por muchas horas al día a quien, hasta ese momento, es una persona “desconocida”.
Esta situación es definida por los especialistas en educación como el proceso de “desapego” que se inicia cuando los niños ingresan al colegio. Para ellos implica dejar su hogar y tener que conocer un ambiente distinto con nuevos desafíos.
Para este proceso el niño va a necesitar adaptarse a los nuevos requerimientos, que se verán reflejados principalmente en las relaciones con sus compañeros y las educadoras. Sin embargo, no todos los niños alcanzan fácilmente el nivel del bienestar deseado en este proceso, debido a que a algunos les cuesta más adaptarse al ritmo educacional y a otros sociabilizar o simplemente añoran la dependencia con su madre.
En opinión de la Licenciada en Educación de Párvulos y psicopedagoga Andrea Correa, rectora del Colegio Pumahue de Chicureo, esta problemática se reconoce desde la separación del hogar, siendo un hecho significativo para el desarrollo del niño y que por consiguiente debe ser encarado con atención.
“El proceso identifica dos fases. La primera, llamada fase de protesta, comienza inmediatamente después de la partida de la madre tras dejar a su hijo en el colegio. El niño se siente intensamente angustiado, ansioso y llora con un tono muy alto en busca de ella; el menor espera que su madre vuelva pronto. Al pasar un tiempo se olvida, por lo que comienza a incorporarse a las actividades. Otra fase que se presenta en el proceso de desapego es la llamada de desesperación, en que el niño manifiesta un incremento en la sensación de desamparo, disminuyendo los movimientos físicos, el llanto se torna intermitente y se siente retraído, experimentando sentimientos de abandono de forma permanente” explica la educadora.
La profesional explica que “en esta etapa surgen características como el negativismo y el oposicionismo, debido a que los niños durante este proceso, son aún lábiles emocionalmente y su imaginación tiende a desbocarse, desarrollando fácilmente temores a la oscuridad, los espíritus, los “monstruos” y en algunos casos a los animales. Sin embargo, a medida que los niños se adaptan a este proceso de desapego, éstos pierden la sensación de ser indefensos y muchos de sus temores desaparecen”.
Andrea Correa señala que el trabajo que realizan los profesionales consiste “que en el primer período de desapego se debe realizar un trabajo en conjunto con los padres y las educadoras. De esta forma se irá consolidando el sentido de autonomía del niño y la capacidad para expresar sus necesidades y pensamientos a través del lenguaje, a través de sus conductas y de establecer rutinas de alimentación e higiene, entre otros. Todos estos elementos les ayudarán a ser hijos más “independientes” y tener un proceso de desapego beneficioso para su desarrollo”.
“Pero lo más importante –concluye Andrea Correa- es tener claro que cada niño y niña tiene su propio ritmo y como colegio, siempre estaremos atentos a cada situación particular y se trabajará junto a la familia”.
“Decálogo” para el desapego
Según especialistas en educación algunas formas de enfrentar el proceso de adaptación son:
• Hablar claro, aprender a comunicarse de manera asertiva con sus hijos.
• Mensajes corporales, acompañar el mensaje verbal con la postura y la mirada.
• Fomentar la seguridad y su autoestima a través del juego.
• Es ideal que se trabaje en realizar despedidas breves y simples, es fundamental evitar prolongar la ansiedad en los niños.
• Al separarse de su hijo entregue cariño y confianza. Luego, despídase con seguridad, es esencial que los niños los sientan contenidos, ello baja su ansiedad.
• Prepárelos para la separación, lleve a su hijo previamente al colegio o jardín infantil, de manera que conozca el lugar y se familiarice con las educadoras y el entorno.
• Es fundamental ser puntual al retirarlos del colegio, de esta manera no generar ansiedad.
• Mantenga comunicación permanente con sus educadoras, acerca del proceso de adaptación, así se favorece el trabajo en conjunto familia y colegio y genera confianza.
• Evite llorar frente al niño, ello causa mayor ansiedad y genera inseguridad.
Que el niño sienta estrés “es normal”
Felipe Gallardo, sicólogo Ps.Msc.Phd (c) de la Universidad de Chile respondió las preguntas de Cambio21 sobre el desapego de los más pequeños cuando recién entran al colegio.
1.- ¿Le causa mucho estrés a un niño los primeros días de clases cuando está recién entrando?
El estrés no es malo, ya que es uno de los mecanismos adaptativos que poseemos para hacer frente a cosas nuevas. El hecho que un niño sienta estrés al ingresar al colegio es algo normal pero, la forma en que este se manifiesta o sea en forma de llantos, miedos o rechazo, indica la preparación que se realizó respecto al tema. En este aspecto, la forma que los padres preparan al niño es crucial.
2.- ¿Qué influye en que haya niños que enfrentan mejor ese momento?
La forma de enfrentar el inicio escolar es particular a cada individuo y familia. Por ello los niños que enfrentan mejor esta realidad son aquellos donde los padres ven la misma realidad, son conscientes de lo negativo y positivo sumado a sus propias experiencias, brindan una contención apropiada a la situación. El rol de los padres es fundamental ya que de ellos depende como el niño significará esta experiencia o sea, recordarla como algo normal, negativo o con la mayor felicidad del mundo.
3.- Esos niños que lloran y no quieren quedarse. ¿Cuál es su problema?
Los niños que lloran o se retiran, habla de dos cosas: una de ellas es la poca preparación del niño o bien, de poca madurez a su edad, que se traduce en un elevado sentimiento de apego a sus padres y, que cuando se encuentran en el colegio, lo manifiestan, sintiéndose solos e incluso abandonados.
4.- Puede ser traumático para un niño sus primeros días o meses en el colegio?
Quizas, puede generar recuerdos negativos asociados al inicio del colegio, que deben ser previstos e intervenidos de inmediato (por ello los padres deben tener un rol participativo y ayudar a los profesores en cada proceso) pero como algo traumático, lo dudo mucho.
5.- ¿Qué rol debe jugar la familia en esto?
Un rol relevante juega la familia, ya que son ellos los que deben motivarlos a seguir, jugar, estudiar y ser responsables de sus acciones, ya que es el primer paso real donde el niño esta solo frente a las exigencias. Por ello aquí la familia debe contener y orientar, ya que es el único momento en la vida, donde el menor tiene el cerebro preparado y en su máximo potencial de aprendizaje.
6.- Algunos padres llevan al niño al sicólogo por esto ¿es necesario?
No es necesario ya que las experiencias negativas, con el apoyo paterno correcto, son parte de la vida.
El rol fundamental del colegio
La profesora Patricia Gallardo Barquin del Colegio Salesiano El Patrocinio de San José, entregó su opinión desde la óptica de lo que debe asumir un colegio al recibir a los niños que llegan por primera vez a sus aulas.
1.- ¿Qué rol juega el colegio en este importante paso que da el niño al ingresar a la etapa preescolar?
Un rol fundamental ya que el colegio va a ser su segundo hogar y donde están más tiempo. El colegio, como su comunidad, conocen lo importante que es esta etapa para los niños y es por esto que los padres deben apoyar y guiar en que la transición a un lugar donde se comparte con más compañeros y existe una metodología nueva de aprendizaje, que sea lo más significativa y provechosa para el niño.
El colegio se transforma en un lugar donde el niño, con la ayuda de los profesores, comienza a transformar su propio mundo interno y hacerlo un lugar fértil para el aprendizaje.
2.- ¿Se encuentran preparados los colegios para atender a los niños que les cuesta más el desapego?
Claro que si. Nosotros a través de actividades lúdicas y de entretención involucramos a los niños de a poco a su entorno, para así, lograr tanto los objetivos del colegio como los educativos, en un ambiente participativo y de integración.
Cada niño tiene niveles de apego distintos, que le pueden facilitar o dificultar el ingreso a etapa escolar, y es por esto que los docentes deben saber interpretar aquellos recursos individuales y grupales que favorecen esta inserción.
3.- ¿Existe el bulling en estos casos?
El bulling como la acción consciente de dañar a un otro no es propio de esta etapa escolar. Lo que si existe son las "rabietas" como formas que tienen los niños de reaccionar al grupo y a las normas de convivencia. Es en esta etapa donde nosotros somos muy enfáticos con los niños y apoderados, en lo que alude al respeto por el otro y a la no violencia.