El resultado de las elecciones dejó a más de alguno sorprendido. Franco Parisi, que terminó cerca del 20% de los votos, y había sido ubicado por varias encuestas en torno al 2%. Especialmente en la encuesta de la Cosa Nostra. Tras esto, el excandidato arremetió contra los sondeos y acusó a sus responsables de ser “terroristas de las encuestas falsas”.
Uno de los aludidos fue Alberto Mayol, sociólogo y director de la encuestadora La Cosa Nostra.
Mayol reconoció que hubo errores metodológicos, pero rechazó las acusaciones de manipulación: “Evidentemente percibimos que tenemos un problema”, dijo, admitiendo que la diferencia entre los resultados reales y las mediciones fue mayor a la esperada.
Mayol fue enfático: “Descarto por completo cualquier tipo de manipulación”. Según explicó, el desfase se debió a fallas en los marcos muestrales y al impacto del voto útil, más que a una intención política.
De todas formas, le concedió un punto a Parisi: “En Chile y en otros países las encuestas sí se han usado como mecanismo para levantar o bajar candidaturas”. Sin embargo, aclaró que ese no fue el caso de su trabajo y defendió la independencia de su equipo.
En resumen, mientras Parisi acusa a las encuestadoras de haberlo presentado como “voto perdido”, Mayol reconoce errores técnicos, pero insiste en que no hubo manipulación.
