La empresa Essbio arriesga una multa de hasta 563 millones de pesos si es que la investigación abierta por la Superintendencia de Servicios Sanitarios determina su responsabilidad en la contaminación en el agua potable de la comuna de Florida, en la Región del Biobío, durante las jornadas del viernes y sábado.
El agua llegó hasta las casas con olor a excremento y gasolina, por lo que 11 personas concurrieron al hospital local afectadas por gastroenteritis, aunque, por el momento, se esperan exámenes médicos para determinar si las enfermedades están relacionadas o no con la emergencia sanitaria.
Según constató el jefe regional de la SISS del Biobío, Rodrigo Riquelme, "el hecho se debió "un problema en una de sus aducciones, que es una tubería que lleva agua cruda desde los embalses, donde se almacena el agua hacia las plantas de tratamiento de agua potable".
"Por lo tanto, sacaron agua de otro lugar y esa agua, cruda, tenía algo de olor, y al tratarla en la plata de tratamiento, el olor no fue eliminado", dijo el encargado, quien indicó que Essbio "se expone a multas que pueden llegar hasta las mil Unidades Tributarias Mensuales (UTM) anuales".
En cuanto a los 11 casos de gastroenteritis, Tomás Sepúlveda, prevencionista de riesgos del Hospital de Florida, dio cuenta de que "no se ha tomado como una alerta, solamente se tienen registros por el médico de turno para ver los casos específicos".
En respuesta, a subgerenta zonal de Essbío, Ana María Lezcano, lamentó la situación y en cuanto a eventuales compensaciones a sus clientes señaló que eso todavía no está definido. "Por supuesto entiendo la molestia de los clientes", afirmó.
"Así lo hemos señalado, porque nos hemos juntado con las autoridades, con los vecinos. Los entendemos perfectamente. Ésta fue una condición de emergencia, que nadie quiere que ocurra y lo importante en estos casos es atenderla de manera inmediata. En lo referente a las compensaciones, eso es algo que tiene que verse a posteriori", concluyó la subgerenta zonal de Essbío.