El empresario Raúl Schüler aseguró que buscaba "conservar el patrimonio arquitectónico rural" y descartó saber que la mayoría de las estatuas que tenía en su fundo eran robadas.
Según publicó La Tercera, en su declaración ante los fiscales Fernanda Orpis y Jorge Escobar, Schüler manifestó que "he gastado una brutalidad de dinero comprando todas estas cosas. Tenía un proyecto de vida y una de mis maneras de sentirme realizado era dejar todo esto como herencia, encuentro que en este país destruyen todo, no hay memoria de nada. Yo quería conservar este patrimonio arquitectónico rural para el país".
Schüler fue interrogado en calidad de imputado el 17 de diciembre, en el marco del proceso busca esclarecer el origen de 21 estatuas y otras especies incautadas en el ex fundo La Punta, en San Francisco de Mostazal.
Ante las preguntas de los fiscales, precisó que sus primeras compras las hizo en 1984 o 1985, "en remates, pero comencé a conocer anticuarios que me vendían algunas cosas".
En la declaración, Schüler entregó el nombre de 15 vendedores de confianza a los que realizó diferentes compras y precisó que "nunca ha existido boleta en el mundo de las antigüedades".
"Casi todas las cosas que se venden por anticuarios tuvieron dueños anteriores y eso no significa que tengan procedencia ilícita (...) A veces pregunto la procedencia, a veces lo considero innecesario. No hacía encargo de obras", recalcó.