El Consejo Resolutivo de la Superintendencia de Casinos de Juego aprobó la solicitud de Enjoy para poner fin de manera anticipada a su administración del casino de Viña del Mar. Aunque el contrato inicial establecía su permanencia hasta el año 2036, la operación se mantendrá solo hasta 2028.
La decisión se adoptó luego de una votación que llevaba varias semanas pendiente. Finalmente, tres consejeros se pronunciaron a favor de la renuncia, uno optó por abstenerse y otro la rechazó. Este último fue el gobernador regional de Valparaíso, Rodrigo Mundaca, quien manifestó su postura en línea con las autoridades locales que exigían el cumplimiento íntegro del contrato.
Cabe recordar que la propia alcaldesa de Viña del Mar había solicitado a la Contraloría General de la República que se realizara la votación, con el objetivo de evitar la salida anticipada de la empresa. Sin embargo, tras la resolución del Consejo, la compañía confirmó su salida del tradicional recinto de juegos en un plazo menor al acordado.
La solicitud de renuncia había sido presentada en abril y no solo contemplaba a Viña del Mar, sino también a los casinos de Coquimbo y Pucón.
Los votos a favor
La subsecretaria de Hacienda y presidenta de este órgano colegiado, Heidi Berner; la subsecretaria de Turismo, Verónica Pardo; y la presidenta de la Comisión para el Mercado Financiero, Solange Berstein, votaron a favor de este requerimiento. El gobernador de la Región de Valparaíso, Rodrigo Mundaca votó en contra y la subsecretaria de Desarrollo Regional, Francisca Perales, se abstuvo.
Según proyecciones de la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ) y con base en los ingresos brutos que generó el casino de juego de Viña del Mar en 2024, se estima que el impacto fiscal y económico derivado de la decisión adoptada por el Consejo Resolutivo permitirá, durante los próximos tres años, una recaudación superior a los $65.459 millones. De ese total, $29.167 millones corresponderían al impuesto específico al juego, $27.709 millones al IVA, y $8.582 millones al impuesto por entrada.
“Tal como se señaló anteriormente, la Municipalidad de Viña del Mar seguirá recibiendo la oferta económica anual garantizada, la que corresponde a 831.123 UF”, agregó.
A partir de esta autorización, se deberá iniciar un nuevo proceso de licitación para la comuna de Viña del Mar, lo mismo debe ocurrir para las comunas de Coquimbo y Pucón.
Alcaldesa Ripamonti
Ante este escenario, la alcaldesa Macarena Ripamonti criticó el tiempo para realizar el proceso.
“Esta votación es una nueva señal de que, en la industria de los casinos, las reglas no se aplican por igual. Las cartas están marcadas y siempre favorecen a los mismos actores. La insolvencia de Enjoy era un hecho conocido por la Superintendencia desde hace más de seis años y, aun así, en reiteradas ocasiones optó por modificar la normativa para acomodarse a sus intereses, en lugar de resguardar el interés público”, dijo la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, en un comunicado.
Ripamonti justificó su molestia en el futuro del casino cuando se concrete la salida de Enjoy, algo que ocurrirá tres años después de esta renuncia excepcional. “No hay certezas sobre los ingresos de nuestra ciudad a partir del 2028, y eso es profundamente injusto”, dijo.
Ante este contexto, la autoridad emplazó al gobierno del Presidente Gabriel Boric a “establecer una oferta mínima garantizada, que asegure, como la ley exige, los ingresos de la ciudad de Viña del Mar y, en segundo lugar, adjudicar una nueva licencia este mismo año, acelerando todos los plazos”.
“Nuestra expectativa es sencilla: que el gobierno y especialmente Hacienda, emitan una declaración pública donde se comprometan con Viña del Mar. Necesitamos una declaración, ya que tenemos experiencia escuchando palabras que luego se las lleva el viento”, agregó la autoridad del Frente Amplio.
Ripamonti también resaltó su llamado en el contexto de que se viene el cambio de representantes. “La autoridad regulatoria está por dejar su cargo y el gobierno también. Frente a eso quiero ser clara: dejar pasar el tiempo y eludir responsabilidades no es un camino posible”, según consigna La Tercera.