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Especial Cambio21. Durante el 2018 al 2021: La interferencia de la industria tabacalera en el Gobierno, parlamento, científicos y periodistas


Por Cristián Bustos

Si bien no hay nada nuevo bajo el sol, Chile es uno de los países latinoamericanos con alta interferencia de las empresas tabacaleras en sus políticas públicas. El Índice de Interferencia de la Industria Tabacalera (IIIT) en su versión 2020 señala que somos el cuarto país más afectado por esta estrategia, ubicándose detrás de Colombia, Ecuador y Argentina.
Se entiende por Interferencia de la industria tabacalera (ITT) toda aquella acción explícita o encubierta de las empresas productoras de tabaco dirigida a autoridades y personas influyentes, que busca incidir en las políticas y decisiones de éstas en favor de los intereses económicos de las compañías tabacaleras sin considerar los daños que estos productos causan a la salud de quienes los consumen

El año pasado este indicador mejoró levemente pues, por la pandemia, no fue posible detectar todas las actividades que la industria realizó en su beneficio y es muy posible que las audiencias solicitadas por la ley de lobby y transparencia hayan sido menores a los contactos extraoficiales realizados, ya sea telefónica o presencialmente.

En el anterior reportaje publicado por Cambio 21 dimos a conocer cómo BAT (British American Tobacco, que concentra el 93% del mercado chileno) intentó a través de un bien orquestado lobby ante las autoridades sanitarias -en plena pandemia el 2020- que aprobaran los llamados “vaporizadores” o dispositivos “recalentados”a fin de que no fueran considerados como productos farmacéuticos por la nicotina que contienen.

Ejemplos como ése hay muchos más y sobran. El proyecto de ley del tabaco que incorpora empaquetado genérico, prohibición de aditivos y de exhibición de productos de tabaco en los puntos de venta, demoró su tramitación en la comisión de agricultura de la Cámara de Diputados más de 3 años debido al cabildeo de la industria.
Durante la pandemia, la industria hizo circular una noticia sobre la posible vacuna contra COVID-19 producida por empresas tabacaleras difundiendo falsas pruebas de que el tabaco era positivo para COVID-19, como dimos a conocer en el anterior reportaje.

BAT Chile, en audiencia con la Agencia Nacional de Medicamentos, en el peor momento de la pandemia en 2020, intentó que sus dispositivos electrónicos se autorizaran sin cumplir con la norma vigente.

Lobby con altos funcionarios públicos

El lobby de la industria tabacalera ha sido persistente en el tiempo y ha abarcado los distintos estamentos de la administración del Estado, entre los cuales están representantes del Ministerio de Salud, Ministerio de Hacienda, Ministerio de Economía, Servicio de Impuestos Internos, SERNAC, ISP y diputados.
El objetivo ha sido promocionar los cigarrillos electrónicos y de tabaco calentado como “nuevos productos de menor riesgo de daño a la salud de las personas” lo que es falso.
Obstaculizar y dilatar la renovación de las advertencias sanitarias de los productos de tabaco. Retrasar la entrada en vigencia de la trazabilidad de los productos de tabaco.

A lo anterior se suma presionar para obtener un trato ventajoso en la aplicación de impuestos a los “nuevos productos de tabaco” que están ingresando al país. Tratar de transgredir la prohibición de publicidad de productos de tabaco solicitando espacio para la “debida información” a los consumidores.

Tal como ya lo habíamos mencionado se atrevieron a financiar un evento oficial del Gobierno de Sebastián Piñera (APEC CEO Summit 2019) que iba realizarse en Chile entre el 14 y 16 de Noviembre, previo a la Cumbre de Líderes APEC, que debió ser suspendido debido al estallido social.

Influencia en los medios de comunicación

La estrategia de las tabacaleras no se remite a genera alianzas con autoridades públicas solamente. También ha dirigido sus esfuerzos a los medios de comunicación, para posicionar sus nuevos productos en el mercado chileno.

Para ello BAT ha invitado a periodistas a Europa para conocer las fábricas tanto de BAT (Inglaterra) como de PMI (Suiza) mostrando lo que aseguran son “las ventajas” de sus nuevos productos de tabaco, mensajes que después fueron difundidos por los profesionales en columnas, reportajes o en sus twitter personales.

Ha sido persistente la elaboración de notas “periodísticas” -si se pueden catalogar como tales reportajes y entrevistas que sólo presentan la versión de la industria tabacalera-, donde se puede apreciar cómo el discurso apunta a convencer de las ventajas de los dispositivos electrónicos versus los cigarrillos convencionales.

Los medios de comunicación que participaron de estas estrategias fueron entre otros Radio ADN, Diario electrónico El Mostrador, Canal 13, Mega TV y El Mercurio.

Injerencia en el mundo científico

Las tabacaleras no se han quedado cortas en abrir espacios en áreas de influencia vitales como es el mundo de la ciencia con publicaciones en periódicos nacionales y contratando médicos que promueven evidencia distorsionada sobre los “nuevos productos” electrónicos de tabaco.

La investigación de “Chile libre de Tabaco” detecto que en el período de 2018 a 2021, se detectaron las siguientes actividades:

Evento financiado por PMI con científicos y médicos especialistas


Cartas de médicos en páginas de opinión de periódicos de gran circulación



- Entrevistas en medios de comunicación a médicos contratados por la industria tabacalera.

El 31 de Mayo de 2019 -Día Mundial sin Fumar- fue entrevistado en Televisión Nacional de Chile, el médico de la especialidad broncopulmonar Antonio Hernández, quien reconoció que él trabaja para Phillip Morris. https://www.24horas.cl/videos/entrevistas24/medico-broncopulmonar-la-recomendacion-sigue-siendo-dejar-de-fumar-3350292

Por todo lo anterior, la industria tabacalera usa su influencia política y económica para debilitar, retrasar y acabar con las leyes de control del tabaco alrededor del mundo. Las compañías de tabaco no descansan en sus intentos por boicotear estos avances pues saben que, con ellos, están perdiendo su principal fuente de clientes: los jóvenes y adolescentes.

Mientras la industria del tabaco hace lobby con las autoridades e involucra a medios de comunicación y mundo científico para promocionar sus nuevos productos dirigidos a la juventud, en Chile el 16% de todas las muertes en Chile son atribuibles al tabaco.