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Ex centro de detención de la dictadura ubicado en La Cisterna es entregado en concesión por 20 años: LLeva el nombre del general Alberto Bachelet

La ministra de Bienes Nacionales, Javiera Toro, entregó en concesión por 20 años la Casa de la Memoria Alberto Bachelet. El lugar fue uno de los tantos centro de tortura y exterminio durante la dictadura de Pinochet.

Antes de su allanamiento en 1974, el inmueble fue una casa de seguridad para militantes del MIR. Sin embargo, fue confiscado y utilizado por la Dirección de inteligencia de la Fuerza Aérea de Chile, que la usó como centro de exterminio y torturas a presos políticos.

La ministra Toro relevó el trabajo y la lucha por años del Comité de Derechos Humanos Ex Nido 20, cuyos miembros levantaron este espacio para recordar a las víctimas y como un recinto de memoria abierto a la comunidad.

“Estamos contentas de concretar esta concesión y realizar este aporte, porque sabemos el trabajo que hay de años y lo que hacen no es solo para las víctimas y sus familiares, si no para toda la sociedad. Todos y todas deberían conocer la historia de lo que aquí pasó, así que espero que esta entrega les dé mayor estabilidad en su administración. Una de las garantías de no repetición tiene que ver con conocer nuestra historia, por muy dura que sea”, comentó la ministra Toro.

La Casa de la Memoria lleva el nombre del general de la Fuerza Aérea Alberto Bachelet, padre de la expresidenta Michelle Bachelet, quien no estuvo detenido en este recinto, pero que fue torturado, vejado y violentado por sus propios compañeros de la FACH tras el golpe militar. Luego falleció en la cárcel pública como preso político.

Este es el primer sitio de memoria entregado en concesión durante la gestión de la ministra Toro, quien ha definido como una de las líneas estratégicas de Bienes Nacionales la recuperación de recintos e inmuebles para la memoria histórica. Al final de su mandato, espera haber entregado, al menos, uno por región. 

Nieta del general Bachelet: Gesto de reparación

Francisca Dávalos, nieta del general e hija de la expresidenta de Chile, Michelle Bachelet, asistió también a la ceremonia.

“Mi abuela (Ángela Jeria) estuvo colaborando aquí y ha sido un desafío familiar mantener la memoria, ella valoraba mucho que el Comité tuviera este trabajo con la comunidad, venía a algunas ceremonias y yo empecé a venir con ella”, señaló.

“Cuando mi abuela murió trajimos algunos libros para donar a la biblioteca que tienen en la Casa y yo también me he ido vinculando bastante. Que lleve el nombre de mi abuelo Alberto es un gesto de reparación simbólica y de poner el foco en estas personas que eran de las FF.AA. y que no estaban a favor de una vía autoritaria, porque existieron y algunos todavía están vivos”, puntualizó.

Por su parte, el sobreviviente y presidente del Comité de Derechos Humanos Ex Nido 20, Juan Espina, remarcó que “un país sin memoria no es país”, quién también agradeció el gesto del Gobierno.