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Fabiola Campillai que quedó ciega por bomba lanzada por carabineros dice que tiene menos ayuda que el policía que la hirió gravemente

Fabiola Campillai, quien perdió la visión en ambos ojos debido al impacto de una bomba lacrimógena lanzada por carabineros en su rostro a fines de noviembre de 2019, cuestionó el trato que se le ha dado como víctima en el caso, en comparación a las "garantías" que tendría el ex capitán de carabineros Patricio Maturana como imputado.

Campillai criticó las demoras en la indagación, pues tras un año y medio de diligencias, el Juzgado de Garantía de San Bernardo fijó para el 3 de septiembre una audiencia en la que se discutirá ampliar el plazo de la investigación.

Cabe recordar que a fines de agosto pasado el ex capitán fue detenido y formalizado por el Ministerio Público por delito de apremios ilegítimos con resultado de lesiones graves gravísimas, y cumple arresto domiciliario desde septiembre, cuando se le revocó la prisión preventiva.

En este escenario, Campillai sostuvo que "sabemos que nos va a costar" acelerar el caso, ya que a su juicio, el ex uniformado "está totalmente apoyado por el Estado, por su institución", e incluso apuntó que "nos duele que él tenga muchas garantías y tenga más beneficios que la víctima".

A diferencia de la eventual situación de Maturana, Campillai reafirmó que no han recibido apoyo alguno de parte del Gobierno desde que ocurrió el hecho, cuando Gonzalo Blumel estaba a cargo de Interior: "Jamás el ministro Blumel intentó ir a mi casa, no han tratado ni siquiera de comunicarse con nosotros, de llamarnos", dijo en "Mentiras Verdaderas" de La Red

"Debieron habernos ayudado con la justicia, pero hoy en día no los necesitamos", fustigó, asegurando que "vamos a lograr la justicia sin ellos".

Hemos salido adelante soslos
El impacto de la bomba lacrimógena fue registrado como un accidente laboral, pues Campillai iba camino a su trabajo cuando lo recibió, por lo que su rehabilitación está a cargo del Instituto de Seguridad del Trabajo (IST) y Fundalurp, de manera que ha podido optar a prótesis oculares.

Además, su esposo, Marco Cornejo, recibe un beneficio con goce de sueldo que le permite cuidarla a tiempo completo: al respecto, ella remarcó que "he tenido que salir adelante con mi familia, con las personas que nos apoyan, solos".

"Hoy en día estoy con clases de computación gracias a Fundalurp que me regalan mi rehabilitación, porque tampoco tengo dinero para pagarla", afirmó.