El suspendido fiscal regional de O’Higgins, Emiliano Arias, valoró que el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Rancagua lo absolviera tras desestimar la ocurrencia del delito de violación de secreto, apuntando a sus cuestionamientos por el estilo que ha mantenido el fiscal nacional Jorge Abbott.

El persecutor -que lleva casi dos años fuera de sus funciones- afirmó que si se hubiese declarado culpable de las imputaciones en su contra “hubiese tenido una pena de 61 días de suspensión”.

“El Consejo de Defensa del Estado también tiene un comité penal y una serie de cosas que uno esperaba que fueran mucho más serias a la hora de evaluar la presentación querella y adherirse a la acusación del Ministerio Público por hechos que no son delito”, expresó.

Arias agregó además que “si hubiese sido otra cosa como ilegalidad de la prueba, podrían ser razonables las persecuciones, pero por hechos que no son delitos y cuestiones que se las venía reiterando la corte suprema, es realmente insólito”.

El fiscal afirmó que por cerca de cuatro años se le aplicaron sumarios y le quitaron diversos casos de investigación. “No me gusta hablar del Ministerio Público, porque hay muchos fiscales y funcionarios que se sacan la mugre todos los días trabajando que no están ahí, en la cúpula y en la errada o mala dirección que ha tenido la institución en el último tiempo”, manifestó.
“El estilo que instauró Abbott, de que los fiscales no hablen, a lo único que favorece es al desprestigio del Ministerio Público”, agregó.

Por lo que ocurrirá luego de su absolución, el abogado anunció que “voy a perseguir la responsabilidad del Estado en este caso representada en su máxima autoridad el Ministerio Público, no por buscar un provecho económico, por odio, o por venganza en contra de estas personas que han ejercido estas acciones temerari