La fiscal Bianca Farías, a cargo de la investigación por el sobreprecio de la Cliníca Sierra Bella, que había sido comprada por la municipalidad de Santiago liderada por la alcaldesa Irací Hassler, había solicitado la incautación del vale vista que sellaba la compra, pues los funcionarios del proceso sabían que estaban pagando mucho más por el inmueble de lo que valía en realidad. De hecho, el avalúo fiscal era inferior a los dos mil millones de pesos, pero se comprometieron a pagar $ 8.252.873.341.
La directora de Salud de la municipalidad, Beatriz Chamorro, ha sido particularmente señalada por la fiscal Farías, ya que había reconocido que les había llamado la atención el precio del recinto, pero aun así siguieron adelante con la compra.
“La Directora de Salud de la Ilustre Municipalidad de Santiago tenía pleno conocimiento que el precio estaba abultado y, no obstante ello, no realizó objeción alguna a la operación”, dijo la persecutora.
La unidad encabezada por Chamorro fue la primera en tomar conocimiento de que la ex Clínica Sierra Bella estaba a la venta, pues una funcionaria del Cesfam Padre Orellana, que se trasladaría a las dependencias que buscaban adquirir, fue la que obtuvo los primeros antecedentes del lugar .
La compra fue paralizada después de que la Contraloría detecta las irregularidades, pero la investigación sigue en curso para determinar si hay delito detrás de estas acciones. La alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, anunció que se querellarán en contra de los tasadores que realizaron el avalúo del inmueble, aunque algunos concejales han pedido más claridad sobre dicha medida.
Desde la Municipalidad de Santiago han manifestado que la eventual responsabilidad de la directora de Salud “la determinará la investigación en curso”. Además, se han instruido resúmenes administrativos para definir la participación y actuaciones de quiénes fueron parte de dicho proceso, desde sus distintas responsabilidades y funciones.