Oh I'm just counting

Grave denuncia: Ejército intervino teléfonos de militares que denunciaron a uniformados corruptos. También espió a periodista que denunció delitos en el denominado "Milicogate"

Dos funcionarios activos y dos en retiro en 2017 fueron seguidos y sus comunicaciones intervenidas por la Dirección de Inteligencia del Ejército (Dine). El Ejército respondió que las actuaciones de la Dine "son reguladas y fiscalizadas por el Poder Judicial”.

La institución castrense solicitó a un ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago la autorización para que las compañías telefónicas “bajaran” la señal de al menos cuatro uniformados al Regimiento de Inteligencia Nº2 “Llaitun” ubicado en Avenida las Perdices, comuna de Peñalolén. Se trata del mismo lugar donde en 1992 se realizó la escucha telefónica a Sebastián Piñera, conocido como el caso de la radio Kioto. En el gobierno reconocen incomodidad con el tema y ha sido monitoreado de cerca por el Ministerio de Defensa. Como sea el caso puede terminar en una investigación política en el Congreso y provocar más de algún dolor de cabeza en el Ejecutivo.
Esta información fue publicada por La Tercera y Radio Biobio.

Periodista que denunció la corrupción también fue espiado

El periodista Mauricio Weibel que fue de los primeros en denunciar la millonaria corrupción del Ejército, donde incluso escribió libros sobre estos delitos también fue espiado por la Dine. El periodista denunció estos delitos en su libro "Traición a la patria: Milicogate". Weibel fue vigilado y sus llamados teléfonicos interceptados.         

Weibel reaccionó señalando a través de su tuiter que "Según @latercera el ejército destinó agentes y recursos públicos a espiar mi trabajo periodístico en los últimos años, cuando realicé las investigaciones sobre corrupción militar. Es grave que sigan los seguimientos a civiles. Pediré que investigue la Justicia"

El Ejército intervino los teléfonos de al menos cuatro militares que denunciaron casos de corrupción institucional tanto de forma pública como judicial.

Uno de los uniformados cuyas conversaciones fueron grabadas y transcritas, es el capitán de Ejército, Rafael Harvey, cuya “baja” no ha sido firmada aún por el Presidente Sebastián Piñera.

Harvey fue procesado y detenido por el delito de sedición, en el marco de la investigación que sustanció la Fiscalía Militar que lo condenó a cinco años de cárcel. Sin embargo la Corte Marcial, el 12 de junio pasado revocó el fallo y lo declaró inocente.

A cargo de llevar adelante la operación estuvo la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE), durante la administración del excomandante en jefe Humberto Oviedo Oviedo, hoy indagado por corrupción.

Lo particular es que la institución castrense solicitó autorización a un ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago que resolvió la petición basándose Ley de Inteligencia.

Para obtener el permiso judicial y llevar adelante estas labores intrusivas, el Ejército argumentó que los uniformados podrían estar entregando información que afectaba a la institución y la seguridad nacional o en el peor caso militar.

Fuentes institucionales consultadas por Radio Biobio  confirmaron las intervenciones telefónicas. Se indicó que las labores se apegaron a la legalidad y que el magistrado que visó el procedimiento siempre estuvo al tanto de qué militares eran escuchados y por qué.