La Congregación Jesuita trasladó a dos sacerdotes sancionados por abuso a menores.
Jaime Guzmán Astaburuaga y Raúl González residían en la enfermería de la residencia de la congregación, al costado de colegio Alonso de Ovalle en Santiago, y fueron derivados a un recinto de la Compañía en la Región Metropolitana.
Ambos religiosos tienen prohibido acercarse a menores de edad y en caso de salir deben pedir autorización a su superior.
Guzmán Astaburuaga cumple una sanción canónica desde 2012 y además enfrenta otra causa que ya fue derivada al Vaticano.
González fue denunciado en 2011 por un ex estudiante del colegio San Ignacio de Valparaíso por hechos ocurridos en 1999.