Oh I'm just counting

José Kast y su "depende, ahí veremos" lo muestra como es: sin argumentos y sin un programa serio. Por María Margarita Indo, Profesora y exConcejal de Quilicura



Post primera vuelta en los medios de comunicación la multiplicidad de voceros de las derechas hablan de que la segunda vuelta sería un paseo, con un triunfo arrollador de Kast de 60% a 40%.

Pareciera que a esos voceros de la ultraderecha los mueve instalar medias verdades o sensaciones de triunfo como lo más importante. Siguen la máxima de Goebbels de “mentir, mentir, que algo queda”, que consiste en repetir falsedades para que, a base de la repetición, se conviertan en una creencia aceptada por el público.

Pero esos agoreros goebbelianos se equivocaron en la parlamentaria del noviembre pasado ya que la lista parlamentaria Kast/Kaiser no arrasó ante la lista de “la derechita cobarde”. Veamos los resultados: en la senatorial la ultraderecha sacó 25,3% de los votos y ChileVamos obtuvo 24,2% o sea una mínima diferencia, ocurrió lo mismo en diputados donde la ultraderecha sacó 23% de la votación frente al 21% de ChileVamos, o sea el escenario de Kast/Kaiser arrasando en la parlamentaria no ocurrió, incluso en el Senado las fuerzas democráticas están empatadas frente a “las derechas”.

Esta semana vimos el pobre desempeño del candidato Kast en el debate de ARCHI que no respondió ante las inquietudes periodísticas sobre cómo iba a gobernar y donde recurrió permanentemente al “depende, ahí veremos”, revelando que no tiene ideas ni jerarquía para la compleja tarea de gobernar.

Incluso la encuesta UDD señaló que la gente dio como ganadora del debate ARCHI a Jeannette Jara por 41% a 40% y para un 6% del electorado que vio el debate esto influyó en el cambio de su opción de voto.

La gente empieza a darse cuenta de que candidato Kast -que estuvo 16 años como diputado- no fue ningún aporte legislativo ni menos construyó acuerdos en el Congreso ni tampoco nadie recuerda una sola ley que haya sacado mientras estuvo esos 16 años. Al revés: se opuso a leyes tan importantes como la ley de divorcio o la del aborto en tres causales.

Chile en este momento -en que va saliendo del estancamiento- requiere liderazgos que convoquen, que tengan la experiencia  de construir acuerdos, dialogando con los que piensan distinto y eso no se vió en el diputado Kast, tampoco en el candidato Kast en las 3 campañas.
 
Los problemas de Chile no son solo en Seguridad, sino también en productividad, en mejorar la calidad de la educación,en  invertir más en salud de calidad y de nuevo no se ve en su historia parlamentaria aportes en esos temas ni tampoco como candidato ya que con la  idea de centrarse en “un gobierno de emergencia” no ha desplegado propuestas serias para el futuro del país y ha ocultado su ideario conservador y regresivo en una opacidad programática que no ayuda a la transparencia y a la democracia.

Ha hablado  de un Plan de Emergencia que generaría “500 mil nuevas soluciones de vivienda, la reparación de 250 mil hogares y la intervención de 184 barrios identificados como complejos en distintas regiones del país” ; pero la duda que queda es como se va a realizar esta intervención en Vivienda si a la vez anunció un recorte del gasto social de US$ 6.000 millones en cada año de su gestión.

El presupuesto 2026 en Vivienda -recientemente aprobado- tiene US$ 6.500 millones, crece en inversión en subsidios 11% para financiar 40.000 subsidios habitacionales nuevos; pero los presupuestos pagan subsidios de años anteriores y dan el puntapié inicial a nuevos; por esi, sería bueno que  Kast y su equipo aclaren cómo va a financiar estas “500 mil soluciones nuevas en vivienda, la reparación de 250 mil hogares” con un recorte de gasto social de US$ 6.000 millones por cada año de gobierno.

Algo no calza en las propuestas de Kast, ni menos con su incapacidad de explicarlas. Es de esperar que el debate del martes 9 en la televisión abierta conozcamos su verdadera agenda; porque Chile requiere transparencia y no es buena señal democrática que el candidato de la ultraderecha no responda las inquietudes periodísticas y mantenga esta opacidad programática.

Por mi parte sigo prefiriendo como alternativa a quién construye consensos, genera gobernabilidad social y es capaz de conducir a un conglomerado amplio y democrático para que tengamos un país más seguro, que vuelve a crecer al 4% y que modernice la gestión en Salud y Educación..