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Justicia tardía: Condenan a exmiembros del Ejército por aplicación de tormentos y crimen de técnico automotriz en 1973

La Quinta Sala de la Corte de Apelaciones de San Miguel dictó sentencia de segunda instancia en el caso que investiga la desaparición del técnico automotriz y militante del MIR, Eduardo Campos Barra, de 29 años al momento de su desaparición, el 14 de septiembre de 1973, a manos de soldados de la Compañía de Morteros de la Escuela de Infantería de San Bernardo.

Las ministras Sylvia Pizarro, Celia Olivia Catalan y Mauricio Alejandro Olave, confirmaron el fallo de primera instancia dictado en diciembre de 2023 por la ministra en visita Marianela Cifuentes de la Corte de San Miguel y condenaron al ex oficial del Ejército Luis Carlos Villaroel, a doce años de presidio mayor en su grado medio, en calidad de autor del delito de homicidio calificado en grado de consumado, cometido contra Campos Barra. Además,  fue condenado a 540 días de presidio menor en su grado mínimo, por su participación como autor del delito de aplicación de tormentos en grado consumado contra la víctima. 

Mientras que el ex suboficial Juan Enrique Ruiz Salazar, fue condenado a tres años y un día de presidio mayor en su grado mínimo, en calidad de encubridor del delito de homicidio calificado en grado consumado cometido contra la víctima. En su caso, se suspende el cumplimiento real de la pena y se le concede el beneficio alternativo de libertad vigilada, con la obligación de permanecer bajo supervisión durante el tiempo de la condena.
Se trata de una sentencia muy esperada por parte de los familiares y los querellantes. Recordar que,  en abril de 2022,  la ministra Cifuentes dictó acusación en contra de los requeridos y un año más tarde, después de 50 años, este caso recibió su fallo de primera instancia, que en esta oportunidad fue confirmada y avanza para un pronunciamiento  final por parte de la Corte Suprema, lo cual da cuenta del tiempo transcurrido y el camino recorrido por la familia para obtener justicia. 

Durante el proceso de investigación fallecieron cuatro ex militares involucrados en el crimen de Campos Barra y que no alcanzaron a ser enjuiciados por los tribunales. Se trata de Francisco Cáceres López, Luis Zúñiga Chihuailaf, Juan Céspedes Hernández y Leonel Konig Altermatt. 

"Las hermanas Campos Barra han dado una lucha incansable para que se haga justicia por su hermano Eduardo. Insistimos en esto, el proceso de justicia transicional chileno ha recibido un impulso fundamental de los familiares, que -de un tiempo a esta parte- han encontrado buena recepción en tribunales de justicia que respetan sus obligaciones en materia de derechos humanos”, señaló el abogado Francisco Bustos representante de la familia de la víctima. 

Bustos, quien es parte del Equipo Jurídico Caucoto Abogados, informó que “defenderemos la sentencia ante la Corte Suprema y, asimismo,  queremos recordar que más de 50 años después del crimen, Eduardo Campos Barra continúa desaparecido. El Estado debe investigar, juzgar y sancionar, pero también existe un deber de búsqueda de las víctimas, que esperamos pueda llegar a resultados".

De acuerdo a la investigación encabezada por la ministra Marianela Cifuentes, se pudo establecer que Eduardo Alejandro Alberto Campos Barra fue detenido el 13 de septiembre de 1973, en horas de la noche, en las inmediaciones del puente sobre el río Maipo, por soldados de la Compañía de Morteros de la Escuela de Infantería de San Bernardo, quienes se encontraban controlando el cumplimiento del toque de queda. 

Al día siguiente de su detención en dependencias del Departamento II de Inteligencia de la Escuela de Infantería de San Bernardo, Campos Barra fue interrogado y sometido a tormentos por el Capitán Luis Villarroel, comandante de la Compañía de Morteros de la Escuela de dicha entidad. En el lugar  fue desnudado, sumergido en un tambor con agua, golpeado en reiteradas ocasiones y herido con un corvo, para luego ser decretada su ejecución.

La víctima habría sido trasladada a un basural situado en la parte posterior de la Escuela de Infantería  en donde finalmente fue fusilado. Su cuerpo fue trasladado dentro de un saco en un camión para luego ser arrojado al cauce del Río Maipo, sin que hasta la fecha haya sido encontrado.