La declaración del candidato de la ultraderecha, JA Kast, negando el terrorismo de Estado, así como, la sistemática y generalizada violacion de los Derechos Humanos bajo la dictadura de Pinochet, constituye una burla siniestra de las víctimas, sus familias y de la comunidad chilena en su conjunto.

Lamentablemente, no se trata sólo del desconocimiento de hechos dolorosos para quienes los sufrieron y de una crueldad inaudita de parte de sus autores, sucesos terribles que fueron investigados seria y objetivamente por instituciones o entidades altamente calificadas, pluralistas y diversas en su composición, como las Comisiones Rettig y Valech, tales acontecimientos fueron realizados para implantar un modelo de sociedad cuya imposición en democracia hubiera sido imposible. Todo ello ya ha sido indagado y demostrado irrefutablemente.

Por tanto, si este periodo dictatorial, dramático y tremendo, no se puede desconocer, entonces, de que se trata esta afirmación, qué hay detrás de ella, Kast no llegó desde el espacio sideral, su familia fue parte de la dictadura y de la represión contra el campesinado, su hermano fue un ministro sobresaliente en la implementación del modelo de exclusión política y sometimiento social que implementaron tecnócratas de uniforme y Chicago boys, ¿¿que lo motivó ??

En mi opinión, su propósito ha sido burlarse de las víctimas, exhibir como virtud la ausencia de escrúpulos y lucir la soberbia intelectual del poder económico que inspiró el genocidio ideológico y la crueldad de quienes se acostumbraron a ejercer su dominación a sangre y fuego, sin importar costos ni consecuencias.

Es el rostro del neofascismo, de una mentalidad de dominación que ignora sus crímenes, que desconoce masacres y sufrimientos en su afán de poder excluyente y genocida. Así fue la dictadura. Es el pretensión qué hay que derrotar ahora, con Yasna Provoste, la opción democrática y de mayorías sociales necesarias para conseguirlo.