Oh I'm just counting

La dramática y triste historia del discapacitado colombiano que fue asesinado por marinos en Iquique. Perdió una pierna por un hongo en Chile y vivía en el Hogar de Cristo: "No todos los migrantes son malos" dijo

Por Alfredo Peña R.

Las terribles y dramáticas imagenes del asesinato de Milton Domínguez, un migrante colombiano discapacitado a manos de varios marinos de la Armada de Chile estremecieron al país y a sus autoridades.

Milton Domínguez vivía en las calles de Iquique y en el Hogar de Cristo de esa ciudad. Usaba muletas luego que le amputaran en Chile hace un año una de sus extremidades producto de un hongo. Fue golpeado hasta morir por cerca de seis marinos de la dotación de la Fragata Cochrane, unidad dependiente de la Comandancia en Jefe de la Escuadra, desplegada en el puerto de Iquique.

Un final de historia demencial de un migrante que esconde un triste destino, marcado por la pobreza y la tragedia.

Milton Domínguez Moreno, de 61 años, llegó a nuestro país hace casi dos años, luego de caminar dos meses desde Cali en busca de un mejor pasar.

Primero el colombiano arribó a Pisiga, en Bolivia, y desde ahí cruzó a Colchane. “Fue muy sencillo cruzar la frontera entre Bolivia y Chile; hay mucha gente transitando y poco control”, reveló en un registro realizado por el Hogar de Cristo en diciembre del año 2021.

Milton era residente de esta institución, donde había buscado ayuda varias veces. Sobre todo luego de perder su pierna de la forma más insólita.

Esto porque, cuando ingresó a nuestro territorio, se autodenunció para regularizarse, lo que hizo que lo enviaran a una residencia sanitaria donde, se contagió un terrible hongo que le carcomió su extremidad, haciendo que se la amputaran.

Hogar de Cristo difundió una entrevista que le hizo al hombre contando su historia. Ahí, explicó que en su arribó al país se contrajo un hongo en un pie que se terminó expandiéndose.

"A los tres días se me puso negro. Fui al consultorio Videla para ver si me podían ayudar, porque yo ya sabía que el dedo lo podía perder, pero me dijeron que ahí no me podían hacer la cirugía, que tenía que ir al hospital", precisó.

El hombre explicó que fue al hospital donde en una cirugía le amputaron dos dedos, pero luego la situación empeoró y debió entrar a pabellón, donde le amputaron finalmente la pierna derecha.

"Yo pensé que iban a hacerme puntos o la curación y no; cuando llegué me dijeron que me iban a cortar un pedazo más. Me aplicaron la raquídea y cuando volví a la sala de descanso y me desperté me habían cortado arriba (desde el pie hasta la rodilla)", explicó.

Milton Domínguez tenía la esperanza de una prótesis para poder seguir adelante. “No toda la gente que emigra es mala, no todos son malos. Deberían conocer los campamentos, para ver cómo vive la gente”, dijo a la gente del Hogar de Cristo, que quedó como registro póstumo de su historia y de su triste final, muriendo asesinado por el desalmado grupo de marinos.