Oh I'm just counting

La política frente a los discursos del modelo único: Las Primarias en Argentina. Por Luciano Valle Acevedo, Cientista Político

Las declaraciones del presidente de Argentina, realizadas el día después de las votaciones primarias en ese país han sido objeto de diversos comentarios principalmente desde los espacios de la economía y la política.

En dichas declaraciones se enfatiza la idea del mercado y “los mercados” a los cuales se refiere como verdaderas entidades ajenas a la sociedad misma, sometida a una suerte de leyes y regularidades  analogables a las de física universal, sin mediación y con ignorancia de los intereses de clases, y de los grupos económicos y financieros  que pretenden subordinar al mundo bajo su poder.

Lo que fundamentalmente  hace Macri es culpar a la expresión soberana, más que contundente por lo demás, del pueblo argentino y reprenderlo y amenazarlo con las   reacciones que tendrán los grupos dominantes. Estas serían, naturalmente,  de castigo  y para evitar aquello habría que votarlo a él agregando  que el Frente de Todos  debería “ser responsable” y hacer esfuerzos para ganar  la confianza del F M I y de los centros de poder.

Ese día hizo alusión a la subida alarmante del dólar, del riesgo país y la caída de las acciones. No hubo referencias a que la pobreza, de acuerdo a datos de investigadores de la Facultad de Ciencias Económicas  de la Universidad de Buenos Aires, afecta a un 32 % de la población a fines del 2018, casi 5% más que el primer semestre de ese año y 6,3 más que el año anterior.  Tampoco parece tener en cuenta que la indigencia llego a 6,7 % y que la inflación en el 2018 alcanzo a 47,6 %, siendo esta las más alta en 27 años.  

El mismo Informe anota que “Una vez más, la recesión de 2018 tuvo que ver con una crisis cambiaria cuya máxima expresión se produjo a finales de agosto, y que produjo un aumento del tipo de cambio (pesos por dólar) superior al 100%.”

Según el estudio se produjo un desplome en materia de importaciones y de manera relevante en la Importación de Bienes de Capital  que se redujo un 40%. Los bienes de consumo lo hicieron  un -32%.

Siendo esos los datos registrados en febrero del 2019 resultan a todas luces engañosas las referencias temporales del derrumbe de la economía argentina comparando cifras del viernes anterior a las PASOS con las del día posterior a estas.  Doblemente engañoso es además identificar las causas de la recesión y derrumbe socioeconómico con el  triunfo del  Frente de Todos y su cuestionamiento al modelo implementado. Finalmente, es vergonzoso asociar todo esto a que la expresión democrática de los argentinos no es del agrado de los círculos oligárquicos de poder.

Desde el enfoque político se habla de falta de temple y de altura de estadista, de incapacidad e ineptitud para calibrar una derrota, momento que no puede ser extraño  en la vida de un político, y se muestra una imagen de desconsuelo,  desconcierto y confusión ante un resultado que no se esperaba.

Un prominente intelectual argentino, el psicoanalista Jorge Alemán señala que “Macri realizo una gran extorsión, les pidió a sus amos  -que no sabemos bien quienes son- que nos castigaran. Pero lo que en cierta forma hizo fue destituirse como presidente…”   

Seguramente hay algo de todo lo mencionado. Pero sobre todo está la manifestación de la soberbia de los poderosos de la economía, las finanzas y las comunicaciones y sus representantes en nuestros países a cuyos ciudadanos se les niega toda posibilidad de cuestionar el orden imperante  y de buscar caminos propios de construcción social y política. El orden imperante sería, en la mirada de este tipo de gente, el orden natural de las cosas y para mantenerlo hay agencias y organismos que dictan normas a los pueblos, hay gobiernos y poderes militares disuasivos y actuantes como el de los Estados Unidos y hay también una feroz y permanente campaña de inoculación valórica alienante y represiva culturalmente.

En lo esencial se trata de la prepotencia y el egocentrismo de la cultura del “modelo único”, Ello puede llevar a expresiones vulgares de la pos verdad, a la liviandad y la superficialidad argumentativas o a la implementación de estrategias   de fuerza, represión y abusos sin límites como  fue   en las dictaduras que asolaron nuestros pueblos, o en las intervenciones de los estadounidenses en distintos lugares de la tierra.

Es verdad que Macri pidió disculpas unos días después, y eso hay que tenerlo en cuenta, pero también es pensable que en su manifestación primera y  poco procesada apareció la espontaneidad del Ello, para utilizar la terminología freudiana.

De este lado de la cordillera Piñera, con no poca liviandad, emite declaraciones  diametralmente contradictorias respecto de los regímenes políticos de Venezuela y China considerando quizás que, en materia de relaciones  internacionales, las cosas serían  tan simples  como la decisión  de   cambiarse de socio de la Universidad Católica a miembro del directorio de Colo Colo buscando presencia en los sectores populares.

El presidente de Chile trató de “antipatriotas” a la oposición chilena porque esta no estaba de acuerdo con algunas de sus iniciativas. ¿No es eso prepotencia, irrespeto por las diferencias e intolerancia frente a la diversidad y la autonomía de pensamiento? Por supuesto que lo es y está inspirado   en la irascibilidad que provoca el que se contraríe las ideas exigidas  por el “modelo único” profesado.

Son expresiones primarias, aparentemente espontaneas, de una ideología y “visión de mundo” que circunscribe la realidad social, económica y político-cultural al capitalismo en su variante neoliberal. Este y no otro sería el “estado natural de las cosas”. El orden de la sociedad estaría sujeto a “leyes eternas” e inmutables y por tanto pensar alternativas constituiría en sí mismo una alteración aberrante. En su concepción hay solo espacios para ajustes menores. En  definitiva ya no habría más historia.

El amplio campo de fuerzas políticas democráticas, populares y humanistas tiene ante sí la tarea primera de superar el horizonte intelectual e ideológico cultural que pretende imponerse como único modelo posible para la economía y la sociedad en general. El camino fundamental es la legitimidad democrática, la participación popular, la calidad de la política y de los contenidos y referencias del debate público, la responsabilidad y rigor en la economía y las administraciones, asumiendo  que la política es la brega por  hacer posible lo necesario.

Nuestros hermanos argentinos han abierto una posibilidad real para avanzar en ese camino. Ojalá que les vaya muy bien.