Oh I'm just counting

La vida de los venezolanos se debate entre lo políticamente correcto y lo humanamente inaceptable. Por Danny Ramírez-Exiliado Político en Chile

El discurso político continental y mundial sobre el terrorífico caso de nuestra amada Venezuela, tiene la disyuntiva trascendental e histórica de debatirse, entre lo políticamente correcto, visión pragmática del ejercicio del poder y los humanamente inaceptable, que va a la propia esencia de nuestra especie y el sentido de existencia como sociedad.
 
La vida de millones de seres humanos que han sido secuestrados por una de las peores bandas criminales que la historia del continente y el mundo conozcan, depende de las acciones que el mundo civilizado esté dispuesto a hacer para evitar en Venezuela, una mayor catástrofe humanitaria, que la sucedida hasta el día de hoy y desde hace 20 años; es un hecho inédito en la política mundial que todo un país haya sido secuestrado por un cartel de la droga, genocida y criminal, aderezado con el discurso populista y manipulador y acompañado, dirigido y subyugado, por una invasión internacional encabezada por el narco comunismo cubano, bandas terroristas de la peor especie como las FARC, el ELN, El Hezbolá, Hamas y sus propios grupos armados paramilitares como el FBL o los Colectivos.
 
El viraje político que ha tenido el continente y parte del mundo respecto a los gobiernos y sus fundamentos políticos e ideológicos, causado en gran parte, por el impacto que ha tenido la presencia de millones de venezolanos en sus territorios y contando sus dantescas vivencias de lo que fue, uno de los países más ricos y desarrollados del continente, ha permitido lograr el cerco diplomático, financiero y político a los criminales saqueadores de nuestra nación, hecho que abre el debate general pero que no es suficiente para salvaguardar la vida de millones, en especial, los más vulnerables como niños, ancianos y enfermos.
 
Aunque existe la voluntad de los gobiernos democráticos del continente y el mundo, para ayudar a recuperar la libertad y la democracia en Venezuela, la presión internada de sus opositores, desplazados del poder y que recibieron financiamiento, convivieron y fueron socios de la narco tiranía durante sus gobiernos, hacen que lo políticamente correcto se imponga, a razón de un despliegue comunicacional y del uso del discurso de la paz, cuya realidad lo que busca, es que la paz de los sepulcros se imponga en Venezuela, para que esos genocidas sigan en el poder y así no tener que dar explicaciones a sus pueblos, sobre la destrucción que causa los modelos estatistas y comunistas de estado, que ellos defienden y que tienen sus mejores ejemplos de destrucción en Cuba, Nicaragua y Venezuela.
 
Lo mejor que podrían hacer esos grupos políticos, que defienden a maduro o quieren “la paz” de los sepulcros en Venezuela, haciendo oposición férrea a que la acción militar internacional libere a nuestro país, es replantease sus esquemas mentales e ideológicos, comprendiendo que lo humanamente inaceptable, es que unos criminales maten de hambre y con sus armas a toda una Nación, ya que Venezuela vive una guerra asimétrica, de un narco régimen armado contra una población desarmada, débil y hambrienta, siendo así que por sí sola, no podrá salvarse.