Esta semana una organización presentó una querella, una de las primeras, que busca establecer responsabilidades en cuento a delitos de lesa humanidad, contra una empresa.

 

Las empresas Pesquera Arauco S.A. y Pesquera Chile Ltda, según el organismo de DD.HH. Londres 38, habría prestado sus servicios para apresar y torturar a personas durante la dictadura.

 

Según investigaciones de diversos casos de víctimas de Londres 38, centro de tortura, uno de los medios utilizados para los secuestros y desapariciones de personas detenidas durante la dictadura fue el uso de los camiones frigoríficos de dichas pesqueras, los cuales salían desde Rinconada de Maipú o desde la oficina de la pesquera en Lo Valledor.

 

Los camiones de la pesquera, aseguran desde la organización de DD.HH., se estacionaban a la entrada de Londres 38 para que las y los detenidos ingresaran a los camiones, quienes subían con la vista vendada y amarrados. Habitualmente las víctimas eran conducidas a los recintos militares de Tejas Verdes, en San Antonio, o a Santo Domingo.

 

Las órdenes de los traslados emanaban del Cuartel General, y el encargado de ejecutarlas era el coronel en retiro Marcelo Moren Brito, encargado del recinto, a través de los jefes de las agrupaciones o de los turnos de guardia, entre ellos, los oficiales de Carabineros y del Ejército, Ricardo Lawrence, Ciro Torré o Miguel Krassnoff.

 

Las empresas Pesquera Arauco S.A. y Pesquera Chile Limitada fueron empresas filiales de CORFO, que luego del golpe militar de 1973, pasaron a ser administradas y dirigidas por Manuel Contreras, por lo que sus directorios fueron asumidos por miembros de las distintas ramas de las Fuerzas Armadas y civiles.

 

 

Para el abogado de Derechos Humanos Cristian Cruz, las investigaciones sobre las empresas relacionadas con la dictadura y la participación de civiles es un tema que no se ha profundizado “y me parece que se trata de la primera vez que se querella contra una figura empresarial”, agrega.

 

“Es algo muy parecido a lo que sucedió en Colonia Dignidad, lugar donde se mezclaron en su momento las actividades empresariales con los actos represivos y de tortura. Algunas empresas facilitaron sus medios para servir con su logística a los intereses de la dictadura, cosa sucedió en Argentina, Uruguay y Brasil”, comenta el abogado.

 

“Tenemos la historia en nuestro país de la empresa Elecmetal, la que colaboró activamente con la dictadura durante. Situación parecida es lo que ocurrió en el campo, incluso no solamente quedando en ayuda logística, sino que tomando la represión en mano propia. Es una realidad que queda por investigar en nuestro país”, finaliza.

 

 

Erika Hennings, miembro del directorio de Londres 38, señaló que es hora de que “se comience a trabajar la línea de la responsabilidad de empresas y otros actores, terceros actores en las desapariciones y detenciones. Creemos que esta querella puede ser el inicio para otras que son necesarias”.

 

Con relación a la pesquera y su vínculo con la represión, afirmó: “Respecto a los que pasaron por Londres 38, que son 85 personas, eran sacadas y trasladadas a distintos centros, notablemente Tejas Verdes y Santo Domingo, ubicados en San Antonio. Tenemos investigaciones que dan cuenta que trasladaban a personas en sacos ya muerta. Es decir, la responsabilidad de la pesquera es muy importante en relación a estas personas desaparecidas”, añade.