La machi Francisca Linconao no logró su objetivo de entregar una carta al papa Francisco durante el recorrido que el Pontífice hizo por las calles de Temuco.
Aunque Linconao estaba invitada a la misa realizada en el antiguo aeropuerto de la ciudad, no asistió entre los más de 250 mil fieles que repletaron el lugar en horas de la mañana.
Linconao prefirió instalarse en un lugar por donde pasaría el papa móvil, en la verada, aguardando sentada en un piso. Sin embargo, al paso de la caravana, una decena de personas de civil la rodearon permaneciendo de espaldas.
Tras el hecho descrito, la machi abandonó el lugar acompañada de algunas mujeres, con evidente malestar por lo ocurrido.
La carta
En el documento, Linconao asegura que "desde el 2013 el Estado chileno ha tratado de vincularme a un terrible hecho: la muerte de dos personas en un incendio, ante lo cual he sostenido siempre mi inocencia, pues en mi rol de machi respeto profundamente la vida".
Además de narrar que fue absuelta en el primer juicio del caso y luego fue anulada esa sentencia, por lo que el proceso se deberá repartir, Linconao agrega que "actualmente me encuentro con una medida cautelar de arraigo nacional y arresto domiciliario nocturno".
"A usted, como máxima autoridad de la Iglesia Católica, y como reconocido líder internacional de la paz, le pido que invite al Estado de Chile a revisar mi situación e intervenga en este nuevo juicio, en el cual los fiscales de este país intentan condenarme a 40 años de cárcel", añade la misiva.
"Si usted averigua un poco, se dará cuenta en Chile sólo a los Mapuche se nos aplica la Ley Antiterrorista, no se respeta la presunción de inocencia, la presión preventiva es extremadamente larga sin justifican. Sólo a los mapuche se nos somete una y otra vez a juicios", finaliza el documento.