Con una amplia asistencia de fieles se desarrolla la controversial "misa de reconciliación", ceremonia que marca el cierre de las actividades en Osorno de los enviados papales, el arzobispo Charles Scicluna y el sacerdote español Jordi Bertomeu.
La eucaristía es oficiada por el recientemente nombrado administrador apostólico Jorge Concha, quien hizo un fuerte llamado a la unidad durante la homilía. "Sin ustedes no se puede hacer nada", señaló. En una primera instancia dijo que su intención no era "hacer como si no ha pasado nada", sino que su objetivo era invitar a los fieles "a reconocer, con todo el realismo posible, no sólo los sentimientos, sino lo que ha ocasionado la situación a la que se ha llegado".
Concha también hizo un mea culpa de la situación que vive la Iglesia Católica, mensaje que fue recibido con aplausos por parte de los fieles: "Hoy día vemos con mucha claridad que hay tantas formas de abuso que no pueden volver a ocurrir, que hay procedimientos que no se pueden repetir, que hay formas de hacer iglesia que se deben cambiar y que hay tareas a las que no podemos renunciar".
Además, pidió a los feligreses que esta crisis los ayudara a evolucionar y que aprovecharan "este tiempo como una verdadera oportunidad para crecer humanamente y como comunidad de creyentes". El obispo admitió que Osorno "todavía sigue mostrando signos de dolor y división, situación que no corresponde como pueblo de Dios".
Sin embargo, se mostró esperanzado en avanzar hacia la unidad: "He podido saber de la existencia de personas en las diversas partes que ya han comenzado a caminar en esa dirección de encuentro". "Hay tiempo para expresar el dolor, tiempo para llorar, tiempo para exigir si es necesario (...) pero también hay tiempo para dar pasos hacia el reencuentro y la reconciliación", expresó el obispo, quien añadió que "no hay vencedores ni vencidos" en Osorno.
Por su parte, el arzobispo Scicluna dio un mensaje en nombre del Papa Francisco: "El Papa me ha encargado pedirle perdón a todos los fieles de Osorno y a todos los habitantes del territorio por haberles herido y ofendido profundamente".