Oh I'm just counting

¿Muros en los oídos y odio en el alma? otra alternativa posible. Por Ricardo Hormazábal, abogado

El clima humano que vivimos nos está separando de un modo muy peligroso para una democracia real y nos aleja de la añorada justicia social. Pueden señalarse diversas razones, pero quiero anotar algunas que considero más relevantes.
 
1.- Estamos viviendo un cambio de época a nivel mundial que pone en cuestión los parámetros culturales, políticos, económicos y sociales vigentes.
 
2.- La caída del imperio soviético, el fracaso del neoliberalismo para crear sociedades justas en lo social y la descomposición que esta ideología ha provocado en los organismos políticos, religiosos y sociales, ha generado una pérdida de legitimidad del poder del Estado tradicional, que no es capaz de hacer frente a los gigantescos conglomerados económicos y lo incapacita para entregar las respuestas que se requieren.
 
3.- La falta de respuestas al calentamiento global, la abrumadora ola migratoria que recorre el mundo, y la tremenda concentración de la riqueza en menos del 1% de los habitantes, genera desesperación e indignación en muchos países.
 
4.- La aplicación en Chile de este neo liberalismo integrista creó un tipo de ciudadanos alejados de las decisiones principales y victimizado por instituciones como las AFP, ISAPRES, Compañías de Seguros, Bancos, Universidades que lucran y grandes empresas internacionales que saquean nuestros recursos naturales o nos niegan las medidas de protección social necesarias para los retos actuales.
 
5.- Asimismo, en nuestro país, el modelo fue cooptado por fuerzas políticas que antes lo rechazaban, lo que provocó un cambio en el tipo de democracia y actores, tanto en el país como en las organizaciones políticas y sociales.
 
6.- Se concretó así una democracia semi soberana, en que los ideales se dejaron de lado para reemplazarlos por luchas despiadas por figuración, dinero o poder brutal, para lo cual los militantes se cambiaron por clientes o vasallos.
 
7.-Los liderazgos políticos democráticos han sido enterrados por señores feudales en las instituciones. Alcaldes, parlamentarios o autoridades del gobierno, usan indebidamente el poder del Estado para sus propios fines y los de quienes los financian.
 
8.-Los liderazgos políticos, religiosos, uniformados y sociales fueron contaminados por prácticas contrarias a la ética, a la ley e inmunes a la crítica ciudadana.
 
9.-El vacío político afectó a todos, pero especialmente a los jóvenes, por naturaleza más sensibles frente a estas conductas incorrectas.
 
10.-Como lo demuestra la historia, en situaciones como estas, minorías anarquistas asumen roles protagónicos, profundizando la polarización y alejando a la mayoría de los ciudadanos de las organizaciones de la lucha principal.
 
11.-Es cierto que ya votaban menos del 50 % en las elecciones, pero aún menos votan en las organizaciones sindicales o estudiantiles.
 
12.- En un país en que sus instituciones fundamentales son rechazadas por más del 80 % de los ciudadanos, se asienta y crece el miedo, hábilmente utilizado por los grupos privilegiados, por delincuentes comunes y servido torpemente por grupos anarquistas.
 
Ideas para derribar el muro en los oídos y el odio en las almas
 
1.- Necesitamos soluciones ahora a los temas más urgentes.
 
2.- Los acuerdos son indispensables para ello, pero para cambiar lo injusto No para mantenerlo, como lo son algunos alcanzados en pensiones, por ejemplo.
 
3.-Presionar pacífica y activamente a los parlamentarios es esencial para que no sigan aprobando leyes represivas inútiles y No posterguen los cambios urgentes en pensiones, salud, probidad y otros temas.
 
4.- Necesitamos ser más claros en reiterar que las movilizaciones de marzo serán pacíficas y buscar acuerdos para impulsarlas de ese modo. Amenazar con marzo, asusta a miles de personas que son víctimas del sistema, pero son sensibles a las campañas del terror.
 
5.- Es vital apoyar el acuerdo que nos permite participar, desde el 26 de abril 2020, en el comienzo, desarrollo y fin del proceso constituyente es fundamental, sin usarlo indebidamente para generar más temor. Que los Convencionales elegidos, ojalá los más probos y capaces, busquen los acuerdos más esenciales y eficaces, ya que tendrán una legitimidad muy importante para esa tares.
 
6.- Antes de este acuerdo político planteé en octubre pasado adelantar las elecciones de Presidente y del Parlamento, pero creo que tiene prioridad este camino. Tenemos la oportunidad única de, primero, aprobar nuevos valores culturales y normas jurídicas acordes, que enmarquen   las nuevas instituciones que acordemos y el actuar de los nuevos representantes.
 
7.- La evolución política pacífica nos puede llevar a ese adelanto de elecciones, que sigo considerando necesario, dada la desconfianza en los liderazgos actuales.
 
8.-Sin acciones y palabras que desvirtúan el debate de fondo, hay que masificar los diálogos, romper la agresividad y desalojar el miedo de nuestra vida.
 
9.-Experiencias recientes nos indican que la crisis de los partidos no se resuelve de manera individual o juntando independientes sin ideas y experiencias compartidas, ya que, como seres humanos, están expuestos a la influencia del dinero o a ambiciones personales.
 
10.- Por mi edad y conocimiento, sé que hay gente honorable en todos los sectores y que, por no seguir esas prácticas nefastas, son marginados de los puestos dirigenciales o de candidaturas.  La tarea es obligar a los partidos y al sistema abrirse a otras personas, de todos los orígenes y condiciones.
 
11.- La elección de convencionales en octubre, ojalá en un 100 %, puede ser una oportunidad valiosa, ya que los interesados sólo en cargos de parlamentarios No postularán.
 
12.- Sin autoridades que cumplan su función enmarcada en el pleno respeto a los derechos humanos, se hace la tarea más difícil. Pero desconocerlas y no respetar las normas que tenemos vigentes no nos acerca a la meta.
 
13.- He conversado con personas críticas a este modelo, participantes en actos de protesta pacíficos incluso, que me expresan su temor ante el caos que crean unas minorías y manipulan los defensores del modelo.
 
14.- Valoro que los testimonios privados y de entidades públicas conduzcan a sanciones por los actos criminales cometidos por integrantes del Cuerpo de Carabineros, especialmente.
 
15.-He conocido opiniones respecto a que esta generación es más valiente que las anteriores. Puede ser, pero lo que no genera dudas, es que es distinto luchar desarmados contra una dictadura militar que controlaba todo, asesinaba, encarcelaba, expulsaba del país, despedía de los trabajos sin tener celulares, cámaras de TV y organismos estatales y privados que velen por los derechos humanos. Es un error histórico y un desconocimiento al horror padecido por miles de compatriotas comparar esta crisis con la dictadura civil militar de Pinochet.   
 
16.- En mi larga vida como luchador social y político fui víctima de golpizas, detenciones y amenazas, sin haber lanzado nunca una piedra o un golpe a los uniformados. Y nunca dejaré de pensar que son personas humanas que tienen derechos, pero también obligaciones superiores a los demás. Les hemos confiado el monopolio de la fuerza legítima para defendernos, no para que nos ataquen de manera irracional.
 
17.-El respeto que debemos tenerles, se ha visto deteriorado por la corrupción de algunos y los excesos de otros. Al igual que ha ocurrido con políticos, curas o dirigentes sociales. Todos debemos cambiar de actitud, pero ellos y los líderes tienen una carga especial.
 
18.-Crecí en barrios en que uniformados y civiles podíamos convivir en armonía. Algunos de mis mejores amigos eran hijos de carabineros o detectives. La dictadura nos alejó de los uniformados y buena parte del difícil reencuentro logrado en casi 30 años, se ha perdido. Entiendo su vergüenza y rabia por los insultos y ataques que reciben. Yo he sentido esa vergüenza e indignación a causa de políticos a los que conozco y con quienes he discrepado públicamente y explica mi lejanía de los cargos públicos. Ellos han ganado y otros como yo, hemos perdido poder, pero No consecuencia. Debemos retomar el camino del respeto.
 
Pero los uniformados y policías civiles, como profesionales entrenados, no pueden reaccionar sin pensar, abusando de la confianza que le hemos entregado. Si los delincuentes reales los amenazan, tienen derecho a defenderse, yo apoyo eso firmemente. Pero los excesos conocidos de policías merecen repudio y sanciones acordes, como algunas que la propia institución está adoptando. Los autores de delitos deben ser castigados y su derecho a defensa legal no debe ser de cargo de los inocentes de esas instituciones.
 
Yo me obligo cada día a no insultar a los que cambiaron de vereda, a los que sirven a los que nos explotan y han sido corresponsables de mantener este injusto sistema. Los enfrento con argumentos y franqueza, eso sí, pero sin insultos. Me duelen las derrotas que he sufrido frente a esos sectores, pero no me han hecho desistir.  Reconozco que no es una tarea fácil, pero aprendí de joven que la conversión del burgués es posible, y, sobre todo, a hacer política por “amor al prójimo”.
 
19. Sin título moral especial, sólo con 60 de mis 73 años en el mundo social y político, invito a mujeres y hombres de buena voluntad a luchar por la justicia social con métodos democráticos. Perder o ganar con acciones nobles es siempre ganar. Ahora, mañana o pasado. El día llegará.  Así lo demuestra nuestra historia.
 
Respaldo el camino del diálogo con todos para cambiar el modelo, no para legitimar sus abusos.
 
 Bernardo Leighton Guzmán, mi principal mentor, era claro en las ideas, firme en los principios y flexible para encontrar los caminos comunes con personas de distintas ideas para fortalecer la democracia y la justicia social. No alcanzaré jamás su estatura moral, pero seguiré intentando construir y apoyar acuerdos, para que los abusadores no nos sigan victimizando y para que los profetas de desastres no nos maten la esperanza.