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Nos falta por saber más sobre las minorías: Cuando se confunde el termino transgénero con homosexual

Son momentos en la vida en donde la paternidad y la maternidad son puestas a prueba de una forma tan radical que los problemas y divisiones familiares es lo más común. Cuando uno de los miembros de la familia comienza a presentar ciertos rasgos o conductas alejadas o diferentes de lo "normal" o de lo "correcto". Niños devenidos en niñas y niñas que quieren ser hombres, no es habitual, pero cuando sucede la familia sufre un quiebre del que debe saber sobreponerse.

Por Teresa Frías K.
 
En julio pasado el denominado “Bus de la Libertad” generó una gran polémica en nuestro país, y como vimos en aquel entonces, el debate no solo se fue en palabras, sino que también terminó con golpes y con la intervención de Carabineros.
 
El polémico bus de la ONG CitizenGO, uno de los principales motivos de su llegada fue las últimas directrices que ha tomado el Gobierno en torno a la identidad de género. Los manifestantes de este grupo nacido en España exigía en aquel entonces “la retirada de los materiales que imponen ideología de género en las escuelas chilenas, como el polémico libro ‘Nicolás tiene dos papás’ o las Orientaciones para la Inclusión de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex en el sistema educativo chileno“.
 
Hoy, a cuatro meses de aquello una nueva polémica gira en torno a este bus, principalmente tocando a una de las líderes de este movimiento Marcela Aranda. Carla González Aranda (en la foto de esta crónica), hija trans de la vocera del polémico 'Bus de la Libertad', oficializó de manera pública sus intenciones de cambiar legalmente su sexo y nombre con el apoyo del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).
 
La joven -de 19 años- indicó que la principal motivación para hacer el anuncio por conferencia de prensa es "apoyar a las personas que pasan una situación similar", agregando que hace tres años que no tiene contacto con su madre.
Agregó sentirse "discriminada por el 'Bus de la Libertad'", pero que no niega el derecho de Aranda como de otras personas a expresar sus posturas al respecto. "Lo que a mí me hace sentir mal es cómo ella (Marcela Aranda) se refiere a mí", complementó.
 
Los trans…los más olvidados
 
Pero más allá de la llegada de este bus, es saber a qué se refiere, porque en varias ocasiones ha quedado en evidencia la ignorancia en temas de minorías. Mientras unos hablan de que los niños tienen derecho a expresarse sexualmente como estimen convenientes, otros hablan de una orientación más adecuada, de un padre y una madre.
 
Pero lo cierto que aquí, el tema va dirigido especialmente a los menores transgéneros. A diferencia de la homosexualidad y la bisexualidad donde las personas se identifican con sus cuerpos y se relacionan con personas del mismo sexo, la transexualidad tiene que ver con quienes no se identifican y no sienten compatibilidad con su cuerpo de nacimiento y por lo tanto desean adaptar su cuerpo a su identidad de género.
 
La realidad nacional
 
La televisión ha presentado casos en donde se apreciaba la realidad de dos menores, un niño y una niña, quienes evidenciaban una mentalidad distinta a su género biológico. Ambos mentalmente quieren ser distintos a como se conocen físicamente. Ambos cuentan con el irrestricto apoyo de sus familias, quienes tras un peregrinar por ayuda de profesionales consiguieron interiorizar que sus hijos eran no lo que ellos veían en la carne, sino que una realidad mentalmente distinta, pero, sin embargo, seguían siendo sus hijos.
 
¿Cómo entender esta realidad?
 
Para aclarar la realidad del transgénero conversamos con el psicólogo de la Universidad de Chile Ricardo Ortega, quien asegura que "una o un transgénero erróneamente se tiende a creer que es homosexual, o se generaliza de esa forma. En términos simples un transgénero es una niña o un niño que nace en un cuerpo equivocado".
 
Al ser consultado sobre la forma de advertir esta diferencia y de cuál es la mejor forma de apoyar al niño o niña transgénero afirma que "se necesita de un equipo disciplinario para evaluar y advertir esta realidad. Mientras más temprano se consigue indicar esta forma de ser, cuando el niño o niña transgénero llega al momento en que se reconoce como individuo sexual activo, mientras antes se permita a esta niña o niño vivir como su género mental lo indica, cuando llega el momento del reconocimiento, más sencillo se vuelve ese difícil momento", opina.
 
Consultado sobre la realidad del diario vivir de un niño o niña transgénero, Ortega dice que "el problema es que todavía estamos muy atrasados en temas de sexualidad. Las distintas esferas en que el niño o niña se desenvuelve deben de conjugarse para que el diario vivir de un niño o niña transgénero se adecuen y le hagan la vida lo más normal posible. Colegios, profesores, vecinos, familia todos deben apuntar en una misma dirección", concluye.
 
Desde la Fundación Iguales, han explicado que "los niños y niñas transgéneros han estado durante el tiempo más escondidos e invisibilizados por sus familias. En algunas situaciones incluso se llegaba a la violencia para cambiar la conducta del niño o niña. Pero, independiente de su genitalidad, el niño o niña siente una no correspondencia con lo que él es y con lo que el entorno le dice cómo ser".
 
Consultados por el rol de los padres ante esta realidad explican que "algunos padres se han dado cuenta que la evidencia de que una diferencia en la forma de ser, y no una enfermedad mental, amerita que la familia en pleno apoye y acompañe a este niño o niña en su ruta al reconocimiento de su ser transgénero", finalizan.