El obispo Alejandro Goic suspendió a 12 presbíteros de la Diócesis de Rancagua tras las denuncias de "conductas impropias" que evidenció un reportaje de Canal 13 emitido la noche del viernes.
La medida es de carácter temporal "mientras se efectúa la revisión de cada caso" que involucra a los religiosos, y se da luego de que Goic pidiera perdón públicamente por haber actuado "sin la agilidad adecuada" ante las acusaciones.
En la nota periodística del canal, Elisa Fernández, ex coordinadora de pastoral juvenil, denunció que existe una organización dentro de la iglesia de Rancagua llamada "La Familia", que está liderada por alguien que se hace llamar "La abuela", y en la cual participa el párroco de Paredones, Luis Rubio, (en la foto) quien reconoció haber enviado imágenes semidesnudo a un supuesto menor.
El segundo cura que fue suspendido en su cargo es Oscar Zuñiga de la comuna de Las Cabras.
La mayoria de estos curas tenían tendencias homosexuales y algunos de ellos enviaban videos con claras connotación sexual a algunos menores.
Este caso trae el recuerdo de los abusos sexuales destapados en 2016 en la pastoral juvenil Revive, que funcionó en la Parroquia San José Obrero de Rancagua y que, en su momento, también fueron revelados por un reportaje.
Una de las víctimas de ese caso, Fernando Brierley, acusó esta vez que en la Iglesia "tienen mecanismos que permiten el abuso a los niños que tiene al cuidado la Iglesia, y que encubren sus mismas acciones".
"El hecho de que Goic tenía los antecedentes y reconoció que conocía los hechos, es gravísimo", apuntó, en referencia a la actitud del obispo cuando le fueron denunciados los aspectos de este nuevo caso, hace más de un año, y respondió que no era "detective".
"Si uno no parte una investigación, está siendo parte del problema", manifestó Brierley.