Al mediodía de Roma concluyó la audiencia privada entre el Papa Francisco y los miembros del comité permanente de la Conferencia Episcopal chilena. El encuentro, solicitado por los obispos nacionales en noviembre, se extendió por alrededor de una hora y tenía como fin exponer al Sumo Pontífice "el camino recorrido por la Iglesia en Chile" desde la reunión en mayo, donde 34 prelados presentaron su renuncia en el marco de la crisis por abusos sexuales y de conciencia perpetrados por religiosos en el país.
En la cita participaron los obispos Santiago Silva (presidente de la conferencia), Fernando Ramos, René Rebolledo, Juan Ignacio González y el cardenal Ricardo Ezzati.
Tras la reunión, señalaron desde el episcopado, el Papa y los prelados sostuvieron un almuerzo, en donde siguieron profundizando los temas del encuentro. "Por lo que el diálogo continuó posteriormente durante el almuerzo, desde las 13:00 horas hasta la 15:00 horas en la casa Santa Marta", agregó el organismo religioso.
Al respecto, Ramos afirmó que "fue un diálogo muy fraterno, muy fecundo y muy interesante".
"Hicimos un repaso, junto con el Papa, de los acontecimientos de importancia en la Iglesia chilena del último año. Fue un diálogo bastante preciso y lúcido, con aportes del Papa muy importantes", recalcó el secretario general de la Conferencia Episcopal.
Seguido de ello, el también administrador apostólico de Rancagua sostuvo que entre los obispos presentes "le expusimos el camino que estamos siguiendo para este año y el próximo de discernimiento eclesial, para concluir el año 2020 con una asamblea eclesial".
"El Papa nos hizo varias sugerencias bastante interesantes que notan una preocupación y un cariño muy grande por la Iglesia chilena", concluyó Ramos.