María Cristina Prudant
La reforma laboral impulsada por pasado gobierno de Michelle Bachelet, por falta de fiscalización, no ha podido ser aplicada como correspondía. Algunos empresarios le han dado interpretación antojadiza, perjudicando a sus trabajadores.
Ya ha ocurrido, por ejemplo, que un sindicato inter-empresas no pudo negociar porque una decisión judicial detuvo la negociación colectiva a petición de la empresa Claro Vicuña, que construía la cárcel El Manzano 3 en la Región del Bío Bío. Como lo dijo a nuestro medio el senador Alejandro Navarro “se le otorgaron herramientas a los empleadores que están siendo utilizadas sin piedad”.
En febrero de este año los trabajadores de minera Escondida estuvieron 43 días en huelga y, finalmente no llegaron a acuerdo y se acogieron al artículo 369 del Código del Trabajo, por lo que no obtuvieron ni el bono ni el reajuste que pedían, pero volverán a negociar en 18 meses. Lo mismo pasó con los trabajadores de Latam, que hace pocos días terminaron la huelga unilateralmente porque la empresa no les ofrecía una buena negociación.
Este tipo de problemas y otros se han presentado y sin contar que el gobierno de la derecha quiere pasar la aplanadora por encima de la Ley aprobada en el gobierno de Bachelet.
No son días muy felices para los trabajadores chilenos que a pesar de los años y del progreso que alcanza el país, continúan recibiendo sueldos bastante bajos que los llevan, inevitablemente a recibir a futuro una jubilación miserable con las consecuencias sabidas como es la pobreza, la falta de una buena calidad de vida al final de sus días.
De nuevo, letra chica
El dirigente sindical que integra la directiva de la CUT, Nolberto Díaz al referirse a lo que han ganado los trabajadores chilenos en los últimos años detalló que “hemos conseguido avances en materia de legislación laboral no todo lo que nosotros quisiéramos, sin embargo hay algunos avances que han permitido consolidar elementos por los cuales nosotros veníamos luchando hace mucho tiempo una ley de piso mínimo, la extensión de beneficios, la titularidad sindical, el fin de los grupos negociadores, el reconocimiento al derecho a huelga como un derecho fundamental” .
Añadió que “la Reforma Laboral tuvo letra chica sí pero aún persisten unos elementos que son un avance para los trabajadores, pero falta mucho todavía para que en Chile los trabajadores puedan tener su sindicatos y puedan tener reconocimiento de sus derechos”.
A su juicio “en Chile las cosas están mal porque los empresarios han abusado del movimiento sindical por el escaso respaldo legal que tienen nuestros derechos por lo tanto nosotros esperamos que la Reforma Laboral y otras que vengan lo que puedan hacer es afirmar esos derechos. Pero, en Chile persiste desigualdad porque hay bajos salarios y esto ocurre porque a la gente se le prohíbe sindicalizarse”.
“La gente que está sindicalizada tiene un promedio de renta mucho más alto que la que no lo está. Por tanto, lo que existe en Chile es una política de que la gente no se sindicalice de manera que no se pueda organizar ni pelear por sus derechos” afirmó.
Sueldos menores de $400 mil
También reconoció que “a nosotros nos falta mucho por avanzar todavía, más de la mitad de los trabajadores chilenos ganan menos de $400 mil, uno de cada dos chilenos gana menos de $400 mil. Lo que nosotros requerimos en Chile son más sindicatos para que haya más negociaciones colectivas y más cobertura de los derechos sindicales que se negocian ahí”.
El dirigente sindical resumió que “a propósito de la Reforma Laboral lo que hemos ganado en reconocimiento constitucional del derecho a huelga como un derecho fundamental, el fin a los grupos negociadores, la recuperación de la titularidad sindical a través de la extensión de los beneficios por parte de los sindicatos, la ley de piso mínimo y la posibilidad que los sindicatos inter-empresas puedan negociar”.
“Ahora, todas estas cosas son torpedeadas por el empresariado que busca por la vía judicial o hoy día por la administrativa en el gobierno tratar de cambiarlas para que no sean lo que el legislador quiso que fueran elementos para proteger a los trabajadores” destacó.
El economista, asesor sindical Cristián Paiva sobre el tema coincide con Díaz que a los trabajadores chilenos aún les falta mucho por avanzar. Señaló que “la última Reforma Laboral consiguió algunos beneficios para los trabajadores, pero nada comparado con lo que necesitan, que es mucho más”.
Manto oscuro
Paiva critica a la CUT porque a su juicio “no veo actividades de la CUT que contribuyan a mejorar la vida de los trabajadores. No veo banderas de lucha, no tienen nada. Creo que deben reforzar lo que han logrado si no a futuro no van a tener nada. Hay que pensar en el cambio tecnológico que se viene que provocará despidos. La verdad escucho solo palabras y nada en los hechos. Hay un monto oscuro sobre los trabajadores”, aseveró.
La diputada Alejandra Sepúlveda es integrante de la Comisión de Trabajo en la Cámara dijo que “los trabajadores han ganado seguridad en términos de derechos laborales, de organización, de legitimar y fortalecer los sindicatos, negociación colectiva, la seguridad del trabajo. En esas cosas se ha ganado.”
Sin embargo dijo que “ahora, la complicación es la fiscalización de esos derechos, o sea, creo que se ha ganado en términos teóricos, en lo que significa legislar en relación a igualar a los tratados internacionales, pero otra cosa distinta es que, desde el punto de vistas práctico, de la fiscalización, no siempre esos derechos se validan se ejercen”.
Estamos “al debe”
El senador Alejandro Navarro afirmó que el estado está “al debe” con los trabajadores. “Creo que ha habido mucha letra, mucho debate de derechos y poca ejecución de derechos, en general, la legislación que ha sido suscrita y como votada como un avance en defensa de los derechos su implementación ha dejado falencias, vacíos que terminan siendo, en algunos casos, peores que lo reformado. Quiero señalar que la Reforma que permite extender los derechos a quienes están fuera del sindicato y no han participado en el movimiento de la huelga terminan siendo autodestructiva para el sindicato y es una reforma que está causando más daño que la reforma que pretendió establecer un fortalecimiento de los sindicatos como fue la Reforma Laboral de la Presidenta Bachelet “
“En el caso de los asistentes de vuelo de Latam ha quedado en evidencia porque terminó sin acuerdo. Y en el caso de la huelga de El Manzano 2 quedó claro que a través de una denuncia judicial se paraliza el proceso de negociación colectiva porque la empresa Claro Vicuña no reconoció a los sindicatos interempresas e interpuso una denuncia en contra lo que paralizó el proceso. Es decir una acción penal, unilateral implementada por la empresa puede detener el proceso de negociación colectiva”.
“Ha sido la praxis del desarrollo del conflicto la que ha develado que las reformas no solo eran insuficientes sino contrarias a los intereses de los trabajadores. Que la interpretación que de ella se hace, o el uso, está resultando completamente nocivo. Se le otorgaron herramientas a los empleadores que están siendo utilizadas sin piedad”.
“O sea, ¿qué han ganado los trabajadores? Creo que estamos al debe” dijo por último el senador navarro.