Con una rutina brillante, extraordinaria, impactante, el humorista e imitador nacional Stefan Kramer hizo reír de buena gana al público de la Quinta Vergara y a los más de cuatro millones de chilenos que lo vieron por televisión, según el rating oficial que marcó un peak de más de 57 puntos uniendo a los dos canales, TVN y canal 13.

Decir que estaba influenciada por el estallido social sería poco. En realidad, la rutina completa fue un resumen de los últimos cuatro meses en Chile. Una sátira en que ningún tema quedó fuera.

Los más pifiados fueron en escala de mayor a menor Piñera, Alberto Plaza, la ministra Cubillos y el ministro Mañalich.

Pero llamó la atención un segmento en que detallaba un episodio en particular cuando terminó su rutina con un sartén en la mano y con la canción de Víctor Jara, "El derecho de vivir en paz" de fondo.

Las redes sociales colocaron inmediatamente a Kramer como tendencia mundial y obviamente nacional. 

Los escritos eran de todo calibre destacando la brillantez de la rutina: Pero lo singular es que muchos de ellos es que  colocaron que le dieran la franja del televisión del apruebo a Kramer, en vez de "los 184 partidos y movimientos" que existen.