El director ejecutivo de la Comisión Nacional, Javier Peralta, explicó que la cifra incluso superó las expectativas, pero que los peregrinos se distribuyeron de forma distinta a la prevista: la mayoría prefirió ver pasar el papamóvil a asistir a las actividades.
Satisfechos se mostraron este viernes los organizadores de la visita del Papa Francisco a Chile en el primer balance de lo que fue la gira apostólica del Pontífice en Santiago, Temuco e Iquique entre el 15 y 18 de este mes.
"Estamos muy contentos y satisfechos, siempre expresamos una gratitud porque fuera Chile uno de los países elegidos por el Papa para ser visitado y creo que después de tres días esa gratitud se multiplica viendo ya como resultó esa visita", manifestó Javier Peralta, director ejecutivo de la Comisión Nacional a cargo de la gira papal.
Tras revisar cifras y conclusiones con Carabineros, Peralta aseguró que desde la institución "nos han informado ya que no hubo ningún incidente que comprometiera la seguridad del Papa (...) No hubo ningún cambio en el plan de seguridad, se probó que era un plan que efectivamente cumplió con sus objetivos porque no hubo ninguna situación delicada".
El periodista explicó que ahora se está trabajando en desmontar las estructuras que se armaron para la visita, y destacó el caso del Parque O'Higgins -en el que Jorge Bergoglio celebró una misa masiva el pasado martes-, que en menos de 24 horas ya estaba completamente limpio. El proceso también fue iniciado en los otros recintos que recibieron liturgias masivas: el Aeródromo Maquehue en Temuco y el campus Lobito en Iquique.
"La idea es restituir a sus usuarios originales estos lugares ojalá en mejores condiciones que como los recibimos", comentó Peralta.
Convocatoria y baja asistencia en Iquique
El director ejecutivo de la Comisión Nacional cifró en 1,6 millones la cantidad de personas que se movilizaron a lo largo del país producto de la visita de Francisco. "Era bastante más de lo nosotros esperábamos. Esperábamos 1,2 millones de personas que se iban a movilizar", apuntó. En detalle, fueron 400 mil las que llegaron al Parque O'Higgins, 50 mil al Templo Votivo de Maipú, 200 mil a Maquehue y 100 mil a Playa Lobito. Además, calcularon en 900 mil a las personas que esperaron en las calles el paso del papamóvil.
El caso de Iquique fue el que más llamó la atención de la ciudadanía, ya que fotografías aéreas mostraron una escasa participación en la misa masiva. Peralta tiene dos explicaciones para ello. "En Iquique habíamos proyectado una participación mayor, se combina también con nuestras estimaciones respecto del cálculo de cuántos extranjeros, y en particular argentinos iban a cruzan la frontera", precisó.
Las autoridades argentinas esperaban que cerca de un millón de nacionales viajaran a Chile para ver al Papa, sin embargo, Peralta sostuvo que el total fue de 15 mil en las cuatro o cinco actividades masivas. "Nosotros preferimos estar preparados para recibir bien a los peregrinos extranjeros", dijo. Asimismo, la lejanía del campus Lobito de la ciudad de Iquique también influyó en la baja asistencia a la liturgia.
Esto, según el periodista, "produjo un cambio que nosotros no esperábamos, que se apostaron muchas personas en el tránsito del papamóvil más que ir a Playa Lobito. Ahí conforme a las cifras que está trabajando Carabineros, cerca de 80 mil personas estuvieron en las calles de Iquique".
Las lecciones y la opinión del Papa
El presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Santiago Silva, concluyó que en los discursos y mensajes de Francisco en el país se nota que "está absolutamente preocupado por los mundos vulnerables, aquellas personas descartadas. Es un Papa de las periferias". Así, ejemplificó con su paso por el Centro Penitenciario Femenino, su cita con los más pobres y enfermos en el Hogar de Cristo, la reunión con las víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes y familiares de víctimas de violaciones a los derechos humanos y su referencia a la comunidad mapuche y a los inmigrantes.
"Este es un desafío grande para nuestra sociedad chilena, necesitamos reconstruir nuestras redes personales, de comunicación, de entendimiento. La impresión a veces es que estamos un poco polarizados y necesitamos soñar un proyecto común en cuanto país, y el Papa con aquello de la paz nos vino a motivar sobre ello (...) Entre nosotros pasó la sonrisa de Dios. ¿Por qué no hacemos de Chile una sonrisa permanente?", expresó Silva.
Por su parte, el coordinador nacional de la Comisión Nacional, monseñor Fernando Ramos, contó que "yo tuve la oportunidad de hablar con el Santo Padre en el vuelo a Iquique. Me dijo 'estoy muy contento del recibimiento que me han dado en Chile, de la acogida de la Iglesia chilena, de la gente que he visto en las calles, así que estoy feliz'".
Por su parte, el coordinador nacional de la Comisión Nacional, monseñor Fernando Ramos, contó que "yo tuve la oportunidad de hablar con el Santo Padre en el vuelo a Iquique. Me dijo 'estoy muy contento del recibimiento que me han dado en Chile, de la acogida de la Iglesia chilena, de la gente que he visto en las calles, así que estoy feliz'".
En ese sentido, difiere con lo publicado por el diario argentino El Clarín, que calificó la visita de Bergoglio a Chile como la peor de su pontificado.
"No estamos de acuerdo con ese juicio. Por el contrario, nosotros estamos muy contentos con todo lo que hemos hecho. Evidentemente podríamos haber hecho cosas mejores, podríamos haber previsto situaciones que se dieron que no las vimos. (Pero) nosotros no queremos centrar nuestro análisis en lo cuantitativo, sino en lo cualitativo", aseguró Ramos.