Los querellantes en el Caso Penta, María Inés Horvitz y Mauricio Daza presentaron una querella contra el exfiscal Manuel Guerra y el abogado Luis Hermosilla por el rol que jugó, principalmente el expersecutor, en la causa sobre corrupción en la política que favoreció fundamentalmente a la UDI y a sus dirigentes de entonces.
En un reportaje de The Clinic se mostraron conversaciones entre Guerra y Hermosilla en las que abordan el Caso Penta; hablan del senador Iván Moreira que terminó con una salida alternativa, de los dueños de las empresas Penta Carlos Délano (amigo íntimo del Presidente Piñera y militante de la UDI) y su socio Carlos Lavín que quedaron con clases de ética tras el caso, de los exfiscales Carlos Gajardo y Pablo Norambuena, y del exministro Andrés Chadwick.
“Lucho, le escribí a Andrés…”: Los chats del exfiscal Guerra con Hermosilla para coordinar acciones relativas al Caso Penta
Las conversaciones obtenidas son desde mayo de 2016 en adelante, ya que el exfiscal Guerra cambió el celular en esa fecha. Recordemos que en diciembre de 2015 Guerra llegó al Caso Penta, luego que Jorge Abbott asumiera como fiscal Nacional.
En los diálogos se evidencia que Guerra informaba sobre los distintos casos de la causa que involucraba a políticos de la UDI, mundo al que era cercano el abogado Luis Hermosilla. También comentan la salida de los fiscales que estaban a cargo del caso Gajardo y Norambuena, y el propio Manuel Guerra destaca que “las causas VIP”, como se refiere a los casos de personas relevantes que estaban involucradas en el Caso Penta, las llevaría él.
La querella presentada apunta a Guerra como autor de los delitos de cohecho agravado, violación de secreto y prevaricación administrativa, mientras que a Luis Hermosilla se le acusa de ser autor del delito de soborno.
La acción presentada por Daza, quien representó a la Fundación Ciudadano Inteligente en el Caso Penta, y Horvitz, quien era consejera del Consejo de Defensa del Estado en aquel tiempo, apunta además a “todos quienes resulten responsables ya sea como autores, cómplices o encubridores de los ilícitos”.
En la querella, ambos abogados muestran los chats conocidos entre Guerra y Hermosilla y destacan que cuando Guerra se hizo cargo del caso, se suprimieron algunos hechos que terminaron con los principales acusados con salidas alternativas.
“Una vez efectuada la reformalización de la investigación en los términos señalados, el querellado Guerra solicitó la aplicación del procedimiento abreviado formulando acusación verbal en contra de Carlos Délano y Carlos Lavín únicamente por los delitos tributarios, haciendo invocación de los antecedentes de la investigación que la fundaban, pero sin excluir aquellos que sustentaban los hechos constitutivos de los delitos de cohecho y soborno”, dice la querella.
“En efecto, aunque Guerra suprimió los cargos de cohecho y soborno, no excluyó de su acusación los antecedentes que sustentaban dichas imputaciones, lo que deja en evidencia que la reformalización no se ejecutó por considerarlos insuficientes - que de haber actuado correctamente lo hubiera conducido a comunicar la decisión de no perseverar a su respecto-, sino que únicamente con el propósito de excluir del procedimiento a los querellantes que participábamos en él por los delitos contra la probidad”, añade.