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Santiago y el desierto:"Condición más árida, más seca, de La Ligua y Petorca ya se desplazó hasta la R.M

Distintos expertos coinciden en que la desertificación avanza rápidamente desde el norte del país hacia la zona central, condición que atribuyen tanto a la sequía como al estado del suelo.

El Director del Centro de Agricultura y Medio Ambiente de la Universidad de Chile, Fernando Santibáñez, afirmó a El Mercurio que "la desertificación está a las puertas de Santiago".

"Si nos basamos en las precipitaciones, las condiciones climáticas van avanzando hacia el sur a una velocidad de más o menos 500 metros al año y, por eso, los niveles de lluvia que antes tenía el sur de Coquimbo, en Illapel, ahora los tiene el norte de Valparaíso, en Petorca", puntualizó.

Asimismo, el desierto que antes llegaba hasta La Higuera está acercándose a Ovalle, y por lo tanto, la zona hiperárida entre La Serena y Los Vilos se instalaría prontamente en la Región de Valparaíso.

El académico argumenta que la desertificación está a las puertas de Santiago porque "la condición más árida, más seca, de La Ligua y Petorca ya se desplazó hasta la Región Metropolitana".

Mal uso del agua y los suelos

En esa misma línea se manifestó el profesor de la PUCV e integrante de la mesa técnica de la COP25 chilena, doctor Roberto Chávez, quien confirmó que "una mayor proporción del territorio está más seca en esta década".

De acuerdo al monitoreo satelital del Laboratorio de Geoinformación de Percepción Remota de dicha universidad, "los efectos de menores precipitaciones y desecamiento de la vegetación se advierten hasta la altura de Coyhaique".

"Las proyecciones que hemos realizado muestran que la región central de Chile presentará una condición de mayor aridez en el futuro, lo que se intensificará si la humanidad en conjunto no consigue la meta de detener el calentamiento global a no más de dos grados para el 2100", enfatizó.

El doctor Andrés Moreira, profesor del Instituto de Geografía de la PUCV, atribuye esta condición a "las malas prácticas del uso del agua y los suelos, históricas y actuales, que han privilegiado los intereses de algunos por sobre los intereses de los pequeños agricultores y campesinos".

Según los datos de la Conaf, un 21,4 por ciento del territorio ya se ha visto afectado por este fenómeno (16,6 millones de hectáreas), lo que por tanto perjudica también a casi siete millones de habitantes de un total de 160 comunas.

Sin embargo, el investigador de la Universidad de La Serena, José Novoa, señaló que particularmente en Coquimbo "hemos aumentado la superficie de explotación agrícola y frutícola, porque existen embalses" y además, el área que se vería más azotada en esa región no cuenta con canales de regadío.