El fiscal jefe de alta complejidad de Rancagua, Sergio Moya, dio un nuevo golpe en la pugna que lo tiene cuestionado al interior del Ministerio Público.
Esta vez no fue contra su superior jerárquico, el suspendido fiscal regional de O’Higgins Emiliano Arias, sino que lo hizo en contra del persecutor que lleva el Caso Huracán.
Moya presentó un recurso de protección en la Corte de Apelaciones de Rancagua en contra del fiscal regional de Aysén, Carlos Palma, por lo que califica como una “ejecución arbitraria de orden de entrada y registro a domicilio particular y, además, apartada de la ley”.
El fiscal de Rancagua hace referencia a la orden de allanamiento que ordenó Palma el pasado 8 de mayo alrededor de las 5:30 de la mañana a su casa en la región de O’Higgins. Esta acción fue ejecutada por la PDI y duró alrededor de diez horas.
La medida intrusiva fue dictada luego de que la abogada Marisa Navarrete -pareja del fiscal Arias y abogada defensora del capitán (R) de Carabineros Leonardo Osses-, le hiciera llegar un correo electrónico entre Moya y el exmayor de Carabineros Patricio Marín.
En el documento se daba cuenta de una serie de instrucciones de Moya al expolicía, con los pasos que se deberían seguir para elaborar el informe de las presuntas interceptaciones a mensajes de WhatsApp.