La controversial solicitud de la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler (en la foto, PC), para anular el permiso para la construcción de la Línea 7 del Metro que pasará por la comuna, no fructificó en el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), sin embargo, hay otro recurso de reclamación patrocinado también por el municipio que sigue su curso.
El intento apunta a anular la Resolución de Calificación Ambiental que dio luz verde a la obra en julio pasado, a fin de que se revise el proyecto, ya que -argumenta- afectará zonas, inmuebles, parques, flora y fauna protegida de la comuna, específicamente en la zona del Parque Forestal; y buscando también proteger el barrio Santa Lucía-Mulato Gil de Castro y el Barrio Lastarria, donde -según el municipio- existen al menos 37 construcciones patrimoniales en el sector.
El recurso de reclamación de la alcaldesa, de 807 páginas, fue ingresado el 9 de septiembre al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, pero no fue admitido a trámite, según resolvió el Comité de Ministros del SEA con fecha del 21 de octubre.
No obstante, el Departamento Jurídico de Santiago puntualizó que "se interpusieron dos reclamaciones respecto al proceso de evaluación de la declaración de impacto ambiental: una de ellas, en representación del municipio, y otra, en representación de los vecinos, de acuerdo con lo que dispuso la alcaldesa".
"En referencia a la que se presentó por parte de la Municipalidad, ésta fue declarada inadmisible, pero porque se establece que el rol de la Municipalidad es dentro del proceso de evaluación respecto de las observaciones que se formularon en tiempo y forma", sostuvo Jean Pierre Chiffelle, director jurídico de la Municipalidad de Santiago.
Pero "sobre la acción de los vecinos, al ser de interés comunal, la alcaldesa dispuso la representación de un abogado respecto de esta reclamación, la cual fue acogida y continúa su tramitación en su preocupación por la protección del arbolado urbano", aclaró, apuntando en ese sentido que "también nos preocupan las vibraciones del proceso y el ruido que puedan generar las construcciones que se van a desarrollar".
Esta semana la alcaldesa Hassler defendió su postura. "Estoy segura de que con voluntad es posible la Línea 7 del Metro sin dañar el Parque Forestal, porque es un pulmón verde de toda la Región Metropolitana y además una zona típica protegida patrimonialmente", explicó, recalcando que con las reclamaciones buscan que el proyecto "modifique su trazado de manera de que no afecte al parque".