¿Coincidencia? Cada vez que Piñera atraviesa alguna vicisitud o mal momento político, suele coincidir con que “se mande” alguna “piñericosa” o realice alguna acción intrépida que desvíe el punto de atención al ridículo de lo que haya afirmado.

Hoy que está sumergido hasta el cuello junto a su equipo económico en las sospechas de ser parte de la confabulación que llevó a que un funcionario del Banco Mundial, cercano al grupo más íntimo del exmandatario, manipulara cifras que terminaron perjudicando a la Presidenta Bachelet y favoreciendo a Sebastián Piñera, salió con otra humorada.

Esta vez fue en el marco de la inauguración del Congreso Futuro. Allí destacó la importancia de la ciencia –aunque como se recordará, siendo candidato no participó del debate sobre ciencia y tecnología-, y se mandó una creación cósmica:  inventó un nuevo planeta.

¿No será mucho?

“Tiene que ver con la minería cósmica, que probablemente va a ser impulsada por rayos láser, donde Chile tiene ventajas gigantescas, lo mismo la exploración… del planeta Alfa Centauro” (sic).

Quizás aseveró lo anterior influenciado por el descubrimiento en 2012 de un exoplaneta, Alfa Centauri Bb que presumiblemente orbita la estrella Alfa Centauri B del sistema binario Alfa Centauri, en la constelación austral (sur) de Centaurus, ubicado a 4,37 años luz de la Tierra, aproximadamente 41,3 billones de kilómetros.

Desde luego le deben haber llamado la atención los “billones” y de refilón se le grabó el nombre Alfa Centauri… Pero no es ni un planeta ni un exoplaneta, pues en 2015 un nuevo análisis concluyó que es casi seguro que no existe y que es solo un artefacto espurio del análisis de datos.

Es probable que tales datos los haya manejado un tal Augusto López-Cantos, pero eso es ya aventurar mucho.