El 7 de septiembre, la Fiscalía Regional Metropolitana Sur dio cuenta de investigaciones a amenazas de muerte contra jueces de Garantía de Santiago por parte de tres detenidos de la banda internacional de crimen organizado Tren de Aragua. A ello se sumó la entrega de algunos nombres de testigos protegidos en esas investigaciones por parte de un juez de la ciudad de Arica. Pese a todo, el subsecretario de Justicia, Jaime Gajardo Falcón, aseguró que “estamos permanentemente coordinados con el Ministerio Público, Carabineros, con el ministerio del Interior y los tribunales de justicia“.
Las amenazas en sí son consideradas “de enorme gravedad”, sobre las cuales “se han tomado todas las medidas para resguardar la integridad de los jueces, los fiscales. No permitiremos que ocurran este tipo de amenazas, menos que se atente contra la integridad física de ellos”.
Sobre las medidas, advirtió que “por seguridad, se mantienen en reserva”: “Lo importante es que la ciudadanía tenga la tranquilidad de que las instituciones están funcionando adecuadamente y no se permitirá que exista ningún tipo de atentado contra un fiscal o un juez”.
El fiscal regional de Arica y Parinacota, Mario Carrera, contó que la defensa de los sujetos vinculados al Tren de Aragua tuvo acceso a algunos sobres con los nombres de los testigos protegidos, pese a que la Corte de Apelaciones revirtió la solicitud.
“Es muy relevante la decisión de la Corte de Apelaciones. Como Gobierno, no consideramos prudente la decisión del juez de garantía, que fue revertida por la Corte de Apelaciones de la ciudad. En ese sentido, quedamos muy conformes”, dijo el subsecretario Gajardo.
Hacia el final, concluyó. “Esperamos que todas las instituciones que participan de la persecución penal tengamos plena consciencia que hoy estamos persiguiendo delitos que son gravísimos, que lamentablemente en muchos casos no habíamos visto con tanta ocurrencia en nuestro país y que son cometidos por bandas de crimen organizado. Esa es la gran diferencia en relación a otras investigaciones. Por lo tanto, hay que tomar las medidas para que no sigan operando y poder desarticularlas”.