El Gobierno se reunió este miércoles en La Moneda con los sindicatos de la Compañía Siderúrgica Huachipato y de la Central Unitaria de Trabajadores para abordar el anunciado cierre de la empresa, que se concretará de manera gradual en un plazo de tres meses, a causa de la crisis del acero chileno frente a la importación china a bajo precio.
Primero, la ministra del Trabajo, Jeannette Jara (PC), se acercó a calle Morandé para recibir a los trabajadores, que entregaron una carta dirigida al Presidente Gabriel Boric.
Luego, Jara junto a sus pares de Economía, Nicolás Grau (RD), y de la Segpres, Álvaro Elizalde (PS), se reunieron en Palacio con 13 representantes de los sindicatos de la compañía de Talcahuano, Región del Biobío, y de la CUT.
Huachipato decidió proceder con el cierre luego de que la Comisión Antidistorsiones de Precios recomendó específicamente implementar sobretasas arancelarias menores a la requeridas: del 9,2%, el 14,2% y el 22,5% (un promedio del 15,3%) a tres empresas chinas, que representan más del 85% de las importaciones de bolas de acero; y aranceles del 10,3%, el 10,4%, el 19,8% y el 19,8% (un promedio del 15,1%) a cuatro compañías chinas que suponen el 100% de las importaciones de barras de acero.
La compañía solicitaba arancelas anti-dumping de 33% para las bolas de acero y de 25% para las barras. Ahora resta que ingrese su apelación ante el órgano asesor, para lo cual existe plazo hasta el viernes.
"Lo primero (que queremos) es que nos escuche el terremoto social que vamos a tener en la región si es que llega a cerrar la industria de Huachipato, porque se pierden 20.200 empleos (directos e indirectos)", advirtió Fernando Orellana, presidente del Sindicato 2.
"Venimos a decir que ellos tienen la decisión de evitar el cierre de Huachipato, tienen que dar un 25% para la barra de la molienda y un 33% para la bola, y con eso se acaba el problema. Huachipato dice que ellos vuelven altiro a retomar el funcionamiento total de Huachipato, pero sin eso Huachipato muere. No podemos competir con la competencia desleal que tenemos de China de un 40% menos (de precios)", sostuvo el dirigente.
Con todo, los trabajadores afirman que quedaron medianamente tranquilos, pues, si bien no acordaron una solución concreta, observaron voluntad para acoger las demandas. El Ejecutivo, en tanto, la única certeza que pudo entregar de momento es que abordará la crisis con sentido de urgencia.
"He estado escuchando al ministro (Grau), siguiéndole, y se ve un poco más positivo, pero necesitamos respuestas concretas", dijo Orellana.
