Víctima y denunciante del caso Karadima calificó como “inaceptable” la protección brindada a un hermano Marista acusado de abuso sexual a 14 menores. Hechos que dio a conocer 7 años después la Congregación Marista a través de una denuncia en el Ministerio Público, mientras que la Iglesia Católica insiste que no hubo razones para guardar silencio.

 

Investigación de la que aún no se designa un persecutor y que yace en dependencias de la Fiscalía Sur, tras conocerse nuevos casos de abuso sexual que involucran a Abel Pérez Ruiz, uno de ellos habría sido en el Colegio Marcelino Champagnat de La Pintana.

 

Los antecedentes fueron entregados el lunes por la Congregación de los Hermanos Maristas y denunciantes, donde se sostiene el reconocimiento de Pérez de haber abusado de 14 menores de edad, repartidos en diversos establecimientos entre la región de O’Higgins y región Metropolitana.

 

El vocero de la familia marista, Mariano Varona, en entrevista con CNN, aseguró que la congregación respetará al hermano Pérez, pese a lo que ha hecho. Además, explicó que la demora en la presentación se debió a la falta de “protocolos”.

 

José Andrés Murillo, víctima y principal denunciante en el caso del expárroco del Bosque, Fernando Karadima, dijo que la congregación busca proteger a Pérez, en vez de condenarlo, situación que fue calificada como inaceptable.

 

Alejandro Goic, presidente del Consejo Nacional de Abusos del Episcopado, insistió en que no existen razones para que la Congregación de Hermanos Maristas no denunciara. El obispo que ya había criticado la “tardanza incomprensible”, sostuvo que nunca buscaron apoyo u orientación para dar a conocer la serie de hechos.

 

Mientras Abel Pérez se mantiene en una congregación en Lima, Perú, los hechos que giran en torno su figura eclesiástica ya es parte del debate en los distintos colegios donde ejerció como profesor. En el Instituto de O’Higgins, el rector informó acerca de la situación a través de una reunión extraordinaria que se realizó en conjunto con exalumnos, docentes y apoderados.