La movilización que se inició el pasado 16 de noviembre, tiene protestando a cerca de 750 trabajadores portuarios eventuales, pertenecientes a las empresas de muellaje del puerto de Valparaíso, los que se declararon en huelga, la que llevó a la paralización de sus terminales.
Los trabajadores reclaman las precarias condiciones laborales en que se encuentran y además exigen políticas de mitigación para paliar un largo período de desempleo.
Los trabajadores portuarios eventuales de Valparaíso han contado con el respaldo del Alcalde de la ciudad, Jorge Sharp, y de parlamentarios del Frente Amplio e incluso, de la ex Nueva Mayoría. La lucha de los trabajadores portuarios eventuales, ha concitado además el apoyo de miles de trabajadores del área, que se sienten interpretados por las demandas que buscan poner fin a su precariedad laboral. También denuncian que no tienen una remuneración mínima, menos indemnizaciones o fuero, menos aún vacaciones, pre ni postnatal, pago de capacitaciones ni reconocimiento de la labor como trabajo pesado.
Ni contar en las condiciones en que trabajan, pues son escasas las condiciones de seguridad laboral, las mismas que han puesto en evidencia las muertes de los trabajadores José Ulloa en Huasco, Jorge Chilcumpa en San Antonio, Claudio Gutiérrez en Lirquén y José Guajardo en Coronel durante las últimas semanas.
La movilización ha contado con la adhesión activa de los puertos de Iquique, Antofagasta, Huasco, Chañaral, Ventanas, San Vicente, Huachipato, Penco-Lirquén, Coronel, Puerto Montt y Punta Arenas que han paralizado las faenas como señal “de advertencia” frente al actuar de la concesionaria TPS, además del anuncio de boicot por parte de la International Dockworkers Council (IDC) a las naves que sean atendidas por los “rompehuelgas” contratados por la concesionaria en Valparaíso.
El paro llevó al gobierno a solicitarle la renuncia al presidente de la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV), Raúl Celis, por su “poca proactividad” en el conflicto. Los trabajadores de la Unión Portuaria de Chile han paralizado solidariamente operaciones en diferentes puertos a lo largo del país para presionar por apertura al diálogo de la concesionaria TPS, empresa del grupo Von Appen que se ha negado a dialogar con los trabajadores portuarios eventuales.
Desde el gobierno han tratado de intermediar en vano los ministerios de Interior, del Trabajo, Transportes y Telecomunicaciones, y Agricultura.
El alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, señaló que “el conflicto laboral que hoy ocurre es un síntoma de una crisis mayor al no existir una estrategia clara hacia dónde va el desarrollo portuario de nuestro país. No sirve de nada hablar de grandes cifras si tenemos a trabajadores con tal nivel de precarización. Cuando empezó el paro señalamos que el gobierno y las empresas debían mostrar disposición para sentarse a dialogar, pero hubo mucha demora y hoy se están pagando las consecuencias. Un país como el nuestro requiere de una política clara en materia de desarrollo portuario, nosotros estamos disponibles para ser parte de ese debate y creemos que cualquier modelo debe poner en el centro a los trabajadores y a las ciudades, en esa dirección hay que avanzar”.
Bajo el lema de "Si no tenemos Navidad, no habrá Año Nuevo en Valparaíso", los trabajadores portuarios advierten que, de no haber solución al conflicto, la posibilidad de celebrar el Año Nuevo en el mar en la costa de la Quinta Región, podría verse amagada por el conflicto.