El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, dio a conocer un instructivo de austeridad para compañías del Estado, en línea con el ajuste fiscal de 500 millones de dólares anunciado por el gobierno la semana pasada.
Codelco, EFE, Correos de Chile y Metro son parte de las firmas que se verán afectas a la iniciativa. Si bien, Larraín no entregó datos específicos sobre cuánto se pretende ahorrar, afirmó que “no será una cifra exigua”.
Los recortes apuntarán a viáticos, viajes, planificación, flotas de vehículos, honorarios y el uso de infraestructura que no sea del Estado, entre otros, según Larraín.
Sin embargo, ya hay críticas contra el anuncio del Ejecutivo. El presidente del sindicato de trabajadores de Metro, Eric Campos, calificó como ‘contradictoria’ la medida, pues, según dijo, se anuncia una disminución de impuestos a las empresas, pero se reducen los recursos para una empresa clave para la ciudadanía.
Y las medidas ya se han comenzado a sentir en distintas reparticiones públicas. Según personeros de Gobierno, la disminución en el pago de viáticos, la eliminación de líneas adicionales de celular y la reducción de viajes, entre diversas medidas, ya comenzó a implementarse.
Claro que ello se contrapone con la reciente compra de un sillón de lujo para el ministerio del Interior ordenada por el propio ministro Andrés Chadwick en la módica suma de más de $2.000.000.
Denunciado el hecho, se consideró un "error involuntario" de caracter administrativo y se devolvió el exclusivo mueble. Una cosa es el discurso y otra los hechos, parece.