La ex ministra de Educación del gobierno de Michelle Bachelet, habla con Cambio21 y rechaza de plano la intervención de la ACES en la suspensión de la PSU, porque es el mecanismo que tiene el país ahora para postular a las universidades “nos guste o no”. Sin embargo, está de acuerdo en que hay que modificarlo o cambiarlo.

 

Yo distinguiría dos cosas que son distintas; una, la PSU como instrumento, que ya ha sido cuestionado antes en términos de poder modificarlo. Esa es una tarea del Consejo de Rectores. La presidenta del Consejo de Rectores es la ministra de Educación, pero además el ministerio, hoy día, cuenta también con una subsecretaría de Educación Superior, tiene más instrumentos para poder enfrentar estas tareas que antes, de alguna manera, lo que era Educación Superior, quedaba un poco más al margen. Yo creo que ese es un tema, pero yo lo diferenciaría de lo que han sido las actuaciones de esta semana en que un grupo de jóvenes impida que otros jóvenes den la prueba, nos guste o no nos guste, pero que es el mecanismo que el país tiene para la selección universitaria.

 

 Aquí hay familias enteras que han preparado, han estudiado, han pagado preuniversitario y además un tema que no es menor. Se estableció en el gobierno de la Presidenta Bachelet, un mecanismo que era el pase, justamente para emparejar la cancha de los estudiantes que estudian, que dan la prueba PSU que es una forma distinta de acceso por la vía del mérito del estudiante que pese más que solo la primera prueba sabiendo que todas las pruebas que están realizadas en nuestro país  reflejan en sus resultados también la inequidad que existe. 

 

Entonces, para emparejar esa cancha se creó el Programa Pase, que es una gran inversión pública, que significa que las universidades trabajan, se licita esto, con los terceros y cuartos medios de los liceos de comunas, a veces más lejanas, con más dificultades para que los alumnos lleguen con una preparación distinta y si el alumno lo hace por Programa Pase, puede tener también pase automático a la universidad, justamente para encontrarle salida a los temas de las pruebas estandarizadas que son inequitativas.

Yo partiría por condenar, me parece de una gravedad muy grande que un grupo reducido de jóvenes, que porque no les gusta la prueba, impida que otros jóvenes, igual que ellos, puedan ejercer su derecho a esto en un momento en que los deja fuera. Protesten, busquen diálogo, o háganlo ver, hablen con los rectores para que se cambie la PSU, pero no a este costo.

 

Pero ¿sabe qué? Es que si cada uno de nosotros, su demanda en un minuto determinado no es escuchada como uno piensa que debiera ser escuchada, yo voy e instalo la anarquía para poder ser escuchada porque no sé qué, me tomo cualquier cosa, o sea, o el país camina por causas que nos hemos dado todos que podemos mejorar  o  vamos a tener una situación inmanejable. O sea, ya se vio esto, en parte, en el Instituto Nacional y en otros lugares y sabemos que hay grupos de estudiantes anarquistas que enganchan mucho detrás de esto, pero yo como ex autoridad y como ciudadana de este país digo: ¿los cambios se pueden hacer? sí se pueden hacer, se han hecho cambios.

Yo creo que la PSU se debe cambiar, pero no al costo de dejar, en este caso, a todos los jóvenes sin que dieran la PSU.  La filtración de la prueba de Historia, yo no sé cómo va  salir de esta situación el Cruch y el Demre concretamente.

 

Creo que además, a las autoridades de Educación también no las he visto en una actitud de primera fila, viendo cómo se arregla, cómo se mejora esto. Creo que ha quedado todo esto en manos del Demre, que es un organismo técnico de la Universidad de Chile, para sacar adelante la PSU, que creo que hay que hacerle cambios pero no es este el mecanismo de ninguna manera. O cuidamos la democracia o nos vamos cada uno a hacer lo que le parece, de la manera que le parece también, encontrándole a todo legitimidad.  A mí, no me parece, este acto me pareció un acto de autoritarismo brutal de parte de los jóvenes.

Para mí no es fácil referirme a la persona que es la sucesora de uno, es un tema complejo. Yo creo que, efectivamente el ministerio tiene además, otros instrumentos que yo no los veo funcionando. Se legisló de forma obligatoria para que todos los establecimientos educacionales en Chile, tengan un plan de formación ciudadana, que es distinto que el ramo, que es para tercero y cuarto medio y va a empezar  aplicarse en marzo de este año a los terceros medios. Pero, el plan de formación ciudadana es distinto y esto fue una legislación del año 2016 que se aprobó en el Consejo Nacional de Educación. La propuesta es que cada colegio tiene la obligación desde los niños de pre kínder hasta cuarto medio, tener un plan de formación ciudadana acorde a su proyecto educativo.

 

Yo, no he visto más hablar de ese tema que creo que es importantísimo porque es la posibilidad de formar a los niños en términos del respeto al otro, de lo que significa vivir en democracia, pero hacerlo vivo como una cosa aparte de la formación cotidiana de los niños, incluso es obligatorio y la superintendencia de Educación debiera revisar si esos planes están aplicándose o no.

 

Creo que ahí hay un instrumento válido que la ministra podría, perfectamente utilizar en un momento que se requiere mayor formación de los jóvenes, mayor reflexión, espacios de  formación porque hay jóvenes que muchas veces no tienen no tienen los elementos básicos para entender las distintas instituciones que tiene el Estado.

 

Yo no me quiero referir a la conducta de la ministra (Cubillos) ya fue acusada constitucionalmente y bueno, no hubo los votos lo que no quiere decir que no haya  una cierta mirada crítica sobre su actuar también.

La culpa entre comillas es que los rectores saben, desde hace tiempo, que hay una cierta demanda por una mejora al sistema de admisión a las  universidades. De hecho en la Ley de Educación Superior se estableció que hay que diseñar la forma de admisión, cuál es la prueba para los estudiantes que vienen de los liceos técnico profesionales porque hoy se les aplica la misma prueba cuando se sabe a priori que esos jóvenes tiene un curriculum distinto y muchas materias que se le preguntan en la PSU ellos no la han visto nunca.

 

Eso quedó en la Ley y ya han pasado dos años y no se ha visto a los rectores trabajar en ese tema. Yo creo que los rectores no previeron que podía haber también un estallido respecto de este punto, pero creo que es una tarea permanente del Cruch de revisar los mecanismos de acceso  y de lograr también por esa vía una mayor equidad social.

 

Creo que más que reemplazar hubo un esfuerzo y que hay que mejorarlo. Por un lado usted tiene que tener una prueba para los alumnos de técnico profesional. Nosotros (gobierno Bachelet) tratamos de unificar el curriculum básico de unos liceos y otros y el Consejo  Nacional de Educación no lo aceptó de esa manera y así fue como se logró meter que los liceos técnicos tuvieran filosofía, pero no tienen otros ramos importantes como historia.  Hay un curriculum distinto entonces  usted tiene que medir ese esfuerzo también de una manera distinta ese es un tema significativo.

 

Ahora, cuál es el mecanismo exacto que sea más justo para verlo, yo creo que tendría que ser una combinación de pruebas específicas de lo que el alumno quiere estudiar, pero también con su propia trayectoria como alumno. Y ahí no es un tema de  las notas de enseñanza media  sino el lugar que el alumno ocupó dentro de su propio establecimiento, su curso. Si él era un buen estudiante, ese es un  buen predictor para lo que va a ser la educación superior también. 

 

 

En lo político, estamos en pleno proceso constituyente, pero la derecha pone cortapisas para aprobarlo y le echa la culpa a la oposición por no generar un clima de paz y orden en el país. ¿Qué opina al respecto?

Creo que cuando se firmó el acuerdo para llegar al tema de una nueva Constitución, todos los sectores sociales, políticos tomaron una decisión responsablemente ante una situación de emergencia en el país cuando un millón 200 mil personas en la Plaza Italia se manifestaron  al igual que en todo el país.

 

Acusara a la oposición  de que si condena fuertemente  la violencia o poco fuertemente, primero, lo que yo he visto es, en general, a todos los líderes de oposición siendo bastante explícitos frente a los mecanismos no democráticos para lograr profundizar la equidad social en el país. Si la derecha quiere usar como pretexto que si el Partido Comunista, que si un  sector de la sociedad o no sé qué no sé cuánto, creo que son pretextos nunca estuvieron por una nueva Constitución, nunca les ha gustado el tema. Entonces, es fácil encontrar un pretexto para poder desmarcarse de un hecho que si lo sostuvieron, entonces cuando empiezan a decir  mejor vámonos por el rechazo y la gente puede que lo rechace están haciendo un cálculo político para mi juicio, no están cumpliendo con el compromiso que se tomó de parte de todos los sectores.

 

Y por lo tanto, ahora empezar a echarle culpas a una situación que el gobierno de ellos no ha sido capaz de imponer  un orden público, eso no es culpa de la oposición, que puede pensar lo que le parezca, pero la oposición no gobierna si los que gobierno son ellos, entonces que no se nos olvide eso. Es como que hubiera un pobre gobierno acosado por la oposición cuando no ha sido así. Están saliendo las leyes, se ha trabajado y la oposición es la oposición y aquí quien tiene la responsabilidad es claramente el gobierno de turno de poder sacar este compromiso adelante. Lo otro es postergar un estallido social. FIN