Foto: El abogado Luis Hermosilla y el director de la PDI, Sergio Muñoz

Esta mañana de martes comenzó la audiencia de formalización del ex director general de la Policía de Investigaciones (PDI), Sergio Muñoz, quien ayer arribó hasta dependencias de la Fiscalía Oriente para declarar ante el ente persecutor.

Y hoy llegó rodeado de escoltas a la sede del centro de Justicia, en calle Manuel Montt de la comuna de Santiago, para ser formalizado.

Su abogado defensor, Juan Carlos Manríquez, dijo en ese contexto que el objetivo de la diligencia era "explicar" los hechos "objetivos" de la causa.

Durante cerca de cuatro horas, el exjefe de la policía civil entregó su versión en la sede del Ministerio Público al oriente de la capital.

El exjefe de la PDI le entregó más de cuatro decenas de informaciones reservadas y secretas de diligencias de la propia PDI al influyente abogado Luis Hermosilla quien a su vez se las envió al entonces ministro del Interior del Gobierno de Piñera, Andrés Chadwick. Hermosilla era el principal abogado de ese ministerio y era funcionario de la cartera que encabezaba el primo del exPresidente Piñera.

Manríquez, quien además es defensor de Karina Oliva y querellante por el secuestro y homicidio del teniente venezolano Ronald Ojeda, señaló que el imputado "reconoció todos y cada uno de los contactos, sin escamotear ni escabullir ninguno", agregando que "ratificando aquellos que señala la prensa, nosotros fuimos indagados más bien por un número cercano a 10 (contactos)".

Consultado sobre las características de los contactados, el defensor afirmó que estos están "efectivamente" asociados a causas judiciales abiertas. Manríquez sostuvo que Muñoz "reconoce que se equivocó rotundamente, que no lo volvería a hacer jamás, que esa constituya una conducta impropia e indebida y así lo asume".

Sobre los contactos con Luis Hermosilla, precisó que el ex líder de la PDI "actuó en la convicción de que lo que esperaba era menos daño para la institución (se desarrolla otra investigación contra su antecesor Héctor Espinosa) y, en segundo lugar, tratar de que en ese caso la institución presidencial, que aparecía envuelta en algún asunto de interés policial y criminalístico de quien decía lo representaba, pudiera tomar las medidas que estimara pertinente".

También afirmó que Muñoz "actuó no respondiendo a ningún encargo, ni a un compromiso, ni a un pago, ni a una prebenda, ni a un acuerdo ilegal".