Una de las decisiones políticas que tendrá que tomar el presidente electo, Sebastián Piñera, dice relación con el proceso de instalación de la nueva región de Ñuble y el delegado presidencial a cargo de ello, situación que genera diferencias entre la UDI y Renovación Nacional.
Hasta ahora, el cargo es ostentado por la exgobernadora de la provincia, Lorena Vera, quien llegó al cargo, dependiente de la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere), dada su cercanía con el senador PPD, Felipe Harboe, granjéandose también el apoyo explícito del legislador gremialista, Víctor Pérez, según información de radio Bío Bío.
De continuar esta amistad cívica entre el partido de calle Suecia y el PPD, Vera podría seguir en el cargo hasta septiembre de 2018, acompañada de su equipo cercano integrado por el jefe de gabinete, Juan Monroy (MAS) y la periodista, militante de Revolución Democrática, Paula Garay.
No obstante, toda esta situación ha despertado suspicacias en RN, donde, fuentes al interior del partido, ponen en duda las reales intenciones del senador Pérez, por querer empatizar con la actual funcionaria del Gobierno.
El diputado electo por Ñuble, Gustavo Sanhueza (UDI), sostuvo la idea de generar un “espíritu republicano” y mantener a Vera, aunque, aseguró, ello será decisión de Sebastián Piñera.
“Es un cargo de confianza del Presidente de la República, es el quien toma la decisión”, dijo a BioBioChile.
Agregó que aún así, el gremialismo estaría dispuesto a dialogar con Vera para ver si está dispuesta a ser representante del presidente electo en Ñuble.
Por su parte, y en entrevista con Radio Ñuble de Chillán, el senador Harboe, compartió esta postura afirmando que es importante que en este período de nueve meses, exista continuidad.
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