Poco después de que Gonzalo de la Carrera, exvicepresidente de ENAP y conductor del programa “Directo al grano”, de radio Agricultura, compartiera a través de sus redes sociales una supuesta frase de la diputada comunista Camila Vallejo que defendía la pedofilia (publicada originalmente por el cuestionado sitio La Tribuna de España), se arrepintió. “Me disculpo por haber retuiteado algo que no tenía cómo saber que era falso”, remarcó.
Para Vallejo, ser vinculada a una noticia falsa no era nada nuevo. El 2016, se difundió profusamente un meme que aseguraba que era dueña de un exclusivo Audi de casi 50 millones de pesos lo que, en la lógica de la denuncia, iba en contra de sus ideales como militante comunista.
La parlamentaria se lo tomó con humor y hasta festinó con que su auto era caro porque estaba hecho de paltas. A raíz de otra información que circulaba por redes sociales (en 2014), debió solicitar a la Contraloría acreditar que su padre no había ganado licitación alguna para calefaccionar La Moneda por $300 millones de pesos.
En materia de desinformación, el nocivo efecto de las noticias falsas ligadas a la trama rusa contra Hillary Clinton que redundarían en el fortalecimiento de la campaña de Donald Trump, la propaganda contra el Brexit en Reino Unido o la estrategia de Jair Bolsonaro para asentarse en el poder de Brasil, son algunos ejemplos de cómo estas posverdades resultan una palanca de influencia para quienes las difunden.
Camila Vallejo cree que estamos ante una práctica que podría institucionalizarse peligrosamente en Chile si no se les pone atajo o si no se educa a los usuarios de redes sociales para diferenciar una noticia real de otro infundio.
“Yo pienso que en nuestro país lamentablemente las noticias falsas son usadas de manera sistemática a través de las redes sociales, es algo que no podemos desconocer. Compartimos muchas falsedades por ignorancia o por tratar de dañar. Sin embargo, creo que podemos enmendar el rumbo. Siempre se puede. El mundo político debe asumir una responsabilidad importante para lograrlo”, señala al diario digital La Nación.
Y añade: “La derecha ha hecho de las fake news su principal estrategia de posicionamiento en el mundo a través de estas herramientas y particularmente las fake news para golpear a sus adversarios. Los medios de comunicación tienen una tarea enorme para no terminar siendo suplantados por medios falsos como también para no caer en esa dinámica, y el mundo social, las personas, también tienen una responsabilidad como individuos y ciudadanos en no contribuir al daño social que estas falsas noticias generan”.